Mala +18

10.5K 451 136
                                    

Estaba tumbada en la cama con no mucho más que una camiseta ancha y mi ropa interior, la televisión de mi habitación iluminaba lo poco que se veía y hacia que no hubiese silencio del todo.

Pero aún así escuché perfectamente el ruido del motor del coche de Billy aparacando delante de mi casa y unos minutos después su cabeza asomó por mi ventana con su típica sonrisa.

- Llegas tarde, Hargrove. -le dije mirando mi reloj de la mesita de noche, que marcaba las doce y tres minutos.

- Lo bueno se hace esperar, preciosa. -dijo sin quitar su sonrisa mientras se colaba por mi ventana.

Me senté en mi cama, cruzando las piernas.

Billy se acercó a mi y se sentó a mi lado.

- ¿Tienes algo que enseñarme? -preguntó sin rodeos, su voz era casi un ronroneo.

Oh santo dios.

La apuesta con Steve se me estaba complicando.

- Puedo enseñarte todo lo que quieras, Hargrove. -le sonreí tirando mi cuerpo hacia él.

Sus brazos me rodearon y en pocos segundos terminé sentada a horcajadas encima suya.

Él sonreía con orgullo al mirarme.

¿Quería jugar?

Yo era la mejor jugadora.

Sentada encima de él le moví las manos para que las colocase detrás de su cabeza y él sonrió de forma pícara al verme llevar el control.

Me quité la camiseta de forma lenta y él quitó la sonrisa al verme con solo el sujetador y el tanga de encaje negro.

Ya no sonreía, ahora sus ojos eran puro placer, eran de un verde muchísimo más oscuro y me miraban como si fuese una maldita presa y él el cazador a punto de cazarme.

Y aunque yo no lo sabía, estaba siendo así.

Llevé mis manos a mi espalda y con toda la tranquilidad del mundo desabroché mis sujetadores y los dejé caer por mis brazos, lanzándolos luego a los pies de la cama.

Billy soltó un gruñido y levantó sus manos para tocarme los pechos.

- Quieto, Hargrove, aún no. -lo paré y el sonrió de nuevo pero de forma burlona.

Hice que levantase su espalda y se quedase sentado contra el respaldo de mi cama.

Conseguí quitarle la camiseta y admiré su cuerpo.

- Tengo curiosidad por algo.. -susurré con mis labios rozándole el cuello y bajando por su pecho y abdomen.

- Lo que quieras, preciosa. -dijo con voz grave.

- ¿Fuiste tú quién me hizo el chupetón del cuello? -seguí besando su abdomen, cada vez más abajo.

Billy soltó una risita y supe perfectamente que había sido él.

- ¿Creías que había sido Munson? -preguntó sonriendo.

- Llevo mucho tiempo tirándome a Munson para saber que no había sido él. -le aseguré.

- Sobre eso, ¿vas a seguir tirándotelo? -preguntó y yo levanté la vista, quedando cara a cara.

- ¿Quieres que me lo siga tirando? -pregunté.

Un desafío.

Una pregunta directa para mi apuesta con Steve.

- No. -aseguró sin dudar.

- ¿Qué quieres, Billy? -le susurré, acercando mis labios a su cuello de nuevo.

- Quiero que seas mía, solo mía, quiero poder hacer esto siempre que quiera y que nadie más sea capaz de tocarte sin que le parta la cabeza. -dijo con voz grave y yo tragué saliva.

Enamorarlo.

Tenía que enamorarlo.

Yo no tenía que caer.

Estaba cayendo.

Mierda.

Billy hizo un rápido movimiento y terminé con la espalda contra el colchón.

Y así empezamos una pelea de risas, yo arriba, él abajo, yo abajo, él arriba.

Hasta que él no llevaba pantalones y yo estaba completamente desnuda.

Sus dedos se colaron en mi interior sin previo aviso y yo gemí bajito para que nadie me escuchase.

Billy gruñó al sentir lo mojada que estaba para él.

Me tocó como si fuese el maldito demonio y yo estuviese yendo directa al jodido infierno.

Maldito Steve y maldita apuesta de los cojones.

Billy me miró y se colocó el condón.

Se puso en mi entrada y entró.

Me llenó por completo.

Me embestía con fuerza mientras sus manos se aferraban a mis caderas y a mis pechos.

Acariciándome el cuerpo entero.

Salió de mi y me movió, girándome para que yo quedase a cuatro patas en la cama.

Joder.

Las manos de Billy se aferraron a mi culo y lo escuché gemir cuando me penetró desde atrás, haciendo que mi cuerpo se fuese hacia adelante.

Sus manos me pararon de caer en la cama, cogiendo mi cintura con fuerza.

Cada embestifa suya me llevaba más y más cerca del orgasmo.

Más cerca del infierno.

Más cerca de él, de Billy.

Noté como él iba a correrse y apreté mis paredes oara hacerlo con él.

Nos corrimos los dos a la vez.

Y mi cuerpo cayó hacia adelante en la cama, quedando boca abajo.

Billy soltó una risita y se quitó el condón.

Se tumbó a mi lado unos segundos después, no sin antes darme una nalgada en el culo.

Yo reí.

- Al parecer si puedes ser una chica mala, preciosa. -dijo mirándome a los ojos y quitando los mechones rebeldes que caían por mi cara.

- ¿Vas a irte? -las palabras salieron de mi boca sin pensarlo.

Mierda.

Billy se quedó unos segundos mirándome, analizando mis ojos.

- ¿Qué quieres de mi, Heather? -preguntó de repente, como yo había hecho antes.

- Yo.. -empecé a decir.

- Puedo ser como Munson, solo sexo, o puedo ser algo más, lo que tu me pidas, haría lo que fuese por ti. -dijo y yo me puse nerviosa.

- Por ahora.. solo.. quédate esta noche. -susurré.

Billy sonrió y me atrajo contra su cuerpo, abrazándome con fuerza.

Y ahí empezó el problema.

En sus brazos me sentí segura por primera vez en mi vida.

Sentí que podía quedarme a vivir ahí mismo el resto de mis días.

Quería que él se quedase.

Y no solo esa noche.

Mierda.

Había perdido la apuesta.

Pero no iba a decirlo.

No aún.

---------------------

ay nuestra Heather que ha perdido la apuesta con Steve. ¿o no?

algo no va tan bien como creéis, ¿alguna idea de lo q va a pasar? ;)

suerte en los próximos capítulos

os amo bonitas

SIENTO SI HAY ALGUNA FALTA, LO HE ESCRITO DESDE EL MOVIL Y ESTANDO DENTRO DEL TREN JQJAJAJAJ

mañana os subiré capitulos de lovely 2 que hoy no he estado nada en casaaaa, os quiero muchoooo

Lie to me - Billy Hargrove +18Where stories live. Discover now