Lie to me - Billy Hargrove +18

La cita +18

- Menos mal que hoy es el último día de esta mierda. -se quejó  Steve, sentado a mi lado.

Habíamos estado tres días haciendo lo que el entrenador nos había dicho.

Los tres días habíamos estado sentados en el gimnasio detrás de una mesita con panfletos.

Había otros estudiantes, los de ciencias, los de teatro y algunos más.

Era un maldito coñazo.

- ¿Qué harás hoy? -le pregunté apoyando mi cabeza en su hombro, aburrida.

- Iré a tu casa. -soltó sin más.

- ¿A mi casa? Yo no estaré.. ¡oh dios mío! ¡vas a ver a Nance! -grité emocionada.

Steve me tapó la boca entre risas.

- Hemos quedado para hablar de lo que pasó en tu cumpleaños. -explicó él.

- Luego quiero todos los detalles, Harrington y recuerda que si no me los cuentas tu, lo hará mi hermana. -le sonreí y él soltó una carcajada.

- ¿Y tu? ¿Dónde va a llevarte Billy? -preguntó mientras organizaba un poco la mesa.

- No lo sé, me recoge a las ocho. -dije encogiéndome de hombros.

- Como te haga algo, pienso partirle la cara, Heather. -dijo Steve en plan protector y yo le sonreí.

- Puedo cuidarme sola, Harrington. -le golpeé el hombro.

- Es la primera vez que te enamoras de alguien, Heather, claro que me preocupo, el primer amor suele ser el más doloroso, el que nunca se olvida, el más intenso. -explicó él y yo volví a apoyar mi cabeza en su hombro.

- Estaré bien, Steve, te lo prometo. -le aseguré y él besó mi cabeza.

- ¿Has visto a Munson estos días? -preguntó de repente con una risita.

- La verdad que desde mi cumpleaños no le he visto. -dije y lo miré.

- Se rumorea que sale con alguien. -dijo Steve casi en un susurro.

- ¡¿Con quién?! -exclamé feliz.

- No lo sé, nadie lo sabe. -dijo.

- Oh dios necesito hablar con Munson. -dije con una sonrisita.

Estaba muy contenta de que saliese con alguien, siempre y cuando no le hicieran daño.

El timbre anunciando el final del día sonó y Steve se levantó y tiró casi todo al suelo.

Yo solté una carcajada.

- ¡A tomar por culo esta mierda! -gritó y me cogió de la mano para salir corriendo de ahí.

Steve y yo salimos corriendo entre risas al parking del instituto, donde estaban Robin, Nancy y Billy, que nos miraron algo sorprendidos al vernos tan felices.

- ¿Por qué corréis y reís tanto? -preguntó Robin con una sonrisa.

- ¡Es viernes y hemos terminado el maldito trabajo del entrenador! -gritó Steve abrazándome por los hombros con fuerza.

- ¡Y mañana es Halloween! -grité yo.

- Sois más raritos. -dijo Nancy con una risita.

Steve se separó de mi y fue con ella, la abrazó y la levantó en el aire como había hecho conmigo.

Billy estaba apoyado en su coche, mirándome mientras terminaba de fumarse un cigarrillo.

Los demás se despidieron y se fueron.