CAPÍTULO 26: Carrera en casa - Parte 3

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Imola, Italia.
Domingo 18 de abril, 12:45 p.m.

Raffaello llevó a Monna hacia el garaje de Ferrari, siendo recibida por Giuseppe.

Raffaello llevó a Monna hacia el garaje de Ferrari, siendo recibida por Giuseppe

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Giuseppe (recibe a Monna con un beso en la mejilla): Bienvenida, Monna. ¿Cómo les fue en el camino?
Monna (observa lo que hay en el garaje): Tranquilo, sin ningún inconveniente. Gracias por hacer todo esto posible, no perdería para nada la carrera de mi bebé.
Giuseppe: Tenemos todo listo para que Francesco corra, ayer fue un desastre en la clasificación. Tenías que ver la rabieta que hizo cuando se enteró de la posición que quedó.
Monna (preocupada): ¿Hablaste con él?
Giuseppe: Sus primos lo tranquilizaron, hizo falta un regaño tuyo en frente del equipo.
Monna (ríe): Je, creo que debí venir ayer.

El jefe entró al garaje después de hablar con los ingenieros y se acercó para saludar a la madre de Francesco.

Mattia (abraza a la madre de Francesco): Monna, qué gusto verla por aquí.
Monna: Igual puedo decir eso, Matt. Me preguntaba si podría quedarme aquí a ver lo que mi hijo está haciendo. Le vendría bien que Ciccio no se angustiara, después de todo soy su madre.
Mattia: Por supuesto que sí, puedes quedarte el tiempo que quieras. Queda una hora para que inicie, así que hay que continuar.

Alex y el grupo de mecánicos están terminando de ajustar los últimos detalles de los dos monoplazas. Y el grupo de ingenieros están revisando el sistema de ambos vehículos.

Giuseppe (se va con Evariste): Vamos con Evariste, estará al tanto de Fran.

Evariste necesitaba verificar que la radio en el casco de Francesco estuviera en perfectas condiciones.



2:30 p.m.
Carrera

A media hora de que comience, empezó el desfile de los pilotos, que están siendo trasladados individualmente por automóviles Fiat en colores pastel y ondeando las banderas de su país

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A media hora de que comience, empezó el desfile de los pilotos, que están siendo trasladados individualmente por automóviles Fiat en colores pastel y ondeando las banderas de su país. Formados por orden numérico: el primero es Francesco (1) y el último es Antonio (99).
Se escuchaban muchas porras de los Tifosi con playeras rojas, ondeando banderas con el escudo del Cavallino Rampante y lanzando humo rojo. "Essere Ferrari", era la frase dominante de la porra. Todos esos gritos de euforia son para Francesco, el hijo pródigo de Italia que ha vuelto para continuar corriendo. Siendo el número 1 y el primero de la fila, es el que está recibiendo todas esas muestras de aprecio en vivo.

Formula Racers: una historia de CarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora