CAPÍTULO 11: "Bienvenue, Cassandra"

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Jueves 7 de enero, 10:35 p.m.
Londres, Inglaterra.

Fue una tarde un poco agridulce para Lewis. El pensamiento que lo estaba atormentando todo el día no le permitió disfrutar de su cumpleaños. Después de la entrevista y sin volver a tocar ese tema, fue a comer con Toto y su esposa Susie, luego fue invitado por algunos amigos a una discoteca y pasearse por toda la ciudad, pero no le quitaba esa frustración de lo que sería su futuro.

Tres horas después de tanta diversión, Lewis y Roscoe se dirigieron a su departamento para ya no salir más. El británico se sintió muy cansado y algo agobiado, y solo se limitó a bañarse y cambiarse de ropa para finalmente dormir. El Bulldog se acostó en su cama para estar con su amigo.

Ese pensamiento del retiro, la nueva generación, y de lo que sucedió con McQueen hace un mes lo frustraba tanto que necesitaba hablar con alguien. No de su cumpleaños porque recordar su edad lo hacía sentir peor, sino que le caería bien una opinión. De todas las opciones que tenía, se le ocurrió preguntar a Sebastian. Sí, el alemán es de su generación y tiene dos años menos que él, y tienen una relación como de hermandad. Su gemelo solía decir que siempre tiene guardado algún consejo para los menos afortunados y lo puede solicitar a cualquier hora, así que se propuso llamarlo.

Lewis: Hey, Sebastian.

Sebastian: Lew, ¿qué tal te fue en tu día?

Lewis: En este momento no quiero hablar de mi cumpleaños y por favor, no me lo recuerdes.

Sebastian: ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Lewis: Es sólo que... no puedo pensar en esas próximas generaciones. ¿Alguna vez has sentido que hay alguien que te supera solo porque eres mayor?

Sebastian: ¿Es por lo que te dijo Jeff?

Lewis: Me quedó grabado en mi memoria por muchos días hasta hoy que me han preguntado sobre mi futuro y hay presión sobre si debo retirarme.

Sebastian: Oh vamos, tú sabes que esto pasaría. Llevas 7 campeonatos, llevas casi 100 victorias, pero eso no te eleva al mismo nivel que Michael. Tú no eres Michael.

Lewis: Lo sé, yo soy yo. Pero aún no me doy con la idea que si hubiera algo o alguien que me desplazara.

Sebastian: Sabes, cuando Kimi se fue de Ferrari pensé que no iba a tener alguien más maduro con quien platicar, hasta que llegó Charles. El chico me preguntaba por todo lo que sabía y a la vez me enseñaba cosas de millennials. Es como un ciclo: los viejos enseñan a los jóvenes sobre las cosas buenas del pasado y los jóvenes muestran nuevas cosas para buscar cuáles son buenas. Y ahora que Mick va a estar con nosotros, lo tengo que preparar para lo que se va a enfrentar. Tenemos a la mayoría de pilotos de veintitantos, pero eso es lo que nos toca.

Lewis: Yo no estoy en contra de ellos, pero no me acostumbro a todo lo nuevo.

Sebastian: Es porque estás atrapado en tu antigua gloria que no te das cuenta que no va durar para siempre. Una cosa que debes saber sobre ellos, son mejores que tú y yo en todos los sentidos, aunque no tan buenos como tú.

Lewis: Espero que no me quiten todo lo que tengo hasta ahora.

Sebastian: Créame, si alguien va a ser reemplazado, serán Fernando y Kimi. Quiero decir, ellos han estado en el juego mucho más tiempo y están cerca de cumplir 40, así que probablemente irán primero. Nos quedan un par de años cuando mucho.

Lewis: No sería lo mismo sin ellos o nosotros, que somos los últimos jóvenes de esa generación.

Sebastian: Lew, eres nuestro piloto estrella y si te dejamos ir, todo Mercedes, toda la FIA y yo moriríamos un poco por dentro.

Formula Racers: una historia de CarsWhere stories live. Discover now