CAPÍTULO 14: ¡Qué elegancia la de Francia! - Parte 2

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El after party. En la fiesta, todo era lujo, elegante y tranquilo.

Aunque la premiación resultó un éxito, el caso es que estaban más personas de las que en una fiesta se podían haber invitado, eran muchos los colados y estaba seguro de que ni conocían a quien había organizado.
Las personas ya excedían el volumen de invitados, las bebidas seguían sirviéndose y la comida no la habían servido solamente botanas, porque ya estaban siendo muchos los invitados informales que estaban ingresando sin invitación desde que empezó la ceremonia. Amira está informada de esto y pidió al grupo de camareros que continuarán atendiendo a los invitados y la comida será igualmente repartida.

La fiesta tenía buen ambiente, había bastantes personas, algunos jóvenes y otros no tanto, Francesco conocía a muchas de las personas que ahí se encontraban, la música estaba en su auge, pues un saxofonista era quien tocaba a petición, pasando de lo más sonado y tranquilo a lo más eufórico, había pequeños bocadillos y bebidas al por mayor, ya que más adelante se servirán los platillos franceses.

Cassandra se puso a revisar las fotografías que tomó, borrando solo las que estaban muy mal hechas. Las respaldó para hacer otra revisión más detallada en su computadora. Después de tomarse un refresco de cola y descansar un poco, tiene que hacer otra colección de imágenes: fotografías de cada invitado. ¡O sea tiene que pedir a los pilotos que hagan poses para la cámara! Amera le dio este consejo:

Amera (la mira a los ojos y habla de forma clara): Preséntate como la fotógrafa del paddock y toma una buena foto en cada mesa, hazlo como lo has hecho en los eventos sociales que asististe. Solo trata de que no se te noten tus nervios.

Cass sentía calor, aún con ese traje que parecía que fuera una mujer trans, sentía calor. Ya no eran los corredores, ya no era el ritmo de la música, ya no era nada más que el conjunto de todo lo que la ponía nerviosa. Era la primera vez que iba a trabajar con esos chicos. Se levantó de su asiento, tomó su cámara encendida y lentamente fue a dirigirse a la primera mesa que le quedaba cerca. Sin sonreír mucho y en una posición muy seria y neutra, Cassandra se presentó así:

Cassandra (en tono serio y tranquilo, sonriendo amablemente): Buenas noches, mi nombre es Cassandra Spinetta, soy la nueva fotógrafa del paddock y les tomaré una imagen de recuerdo, así que sonrían para la cámara.

De esa forma hizo su trabajo fotografiando a cada invitado, hacía hasta tres tomas y le entregaba una tarjeta de presentación con su número para que lo contactaran por si quieren comprar su fotografía o solicitar sus servicios. Poco a poco se iba acercando hacia las mesas de frente ya que a quienes le están fotografiando son a los miembros de las escuderías. Falta a los pilotos.

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Formula Racers: una historia de CarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora