¿Haz visto una telenovela mexicana? Son hipnóticas. Romance, traiciones, conspiraciones, drama, asesinatos, villanos memorables y malas actuaciones, tienen de todo.
Es muy divertido verlas en la tele, te enganchas rápidamente, quieres que la villana...
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Belén fue secuestrada por Lorena, quien se la llevó de la casita bajo amenaza, dejó una nota para Leonardo y la obligó a conducir un auto robado hacia una bodega abandonada.
Aún en esa situación, Belén percibió el cliché en el que estaba metida, aunque esta vez no se le hacía muy gracioso.
Cuando llegaron fue arrastrada por Lorena y posteriormente empujada a una oscura y pequeña habitación sin ventanas, al principio no pudo ver absolutamente nada pero tras unos minutos pudo notar el contorno de las paredes y de una silueta femenina.
—¿Hay alguien ahí?—Preguntó la mujer.
—¿Maria?—Belén la reconoció de inmediato.
—Señorita—Maria se lanzó a sus brazos y sollozó—Pensé que me había librado de esa mujer, pero me persiguió hasta la casa de los Beltrán ¿Por qué no puedo tener paz?—Comenzó a llorar mientras la abrazaba con fuerza.
—Todo estará bien, no te preocupes—Belén podía asegurarle su bienestar, pero la pobre Maria obviamente estaba aterrorizada.
Y eso le recordó el peligro que corría, Maria estará bien porque es la protagonista princpal pero ella podría terminar convirtiendose en la cuota triste de los últimos capítulos.
No quería terminar así, no quería morir sin haber arreglado las cosas con Leonardo, podía disculparse dandole un hijo verdadero ¿Por qué no lo había pensado antes?
Pero para llegar a proponerlo, primero tenía que sobrevivir.
—Maria—Llamó la atención de la mujer que aún sollozaba en sus brazos—Prometeme una cosa, cuando Juan Marcos venga por ti, y va a venir, yo se que lo hará, asegurate de mencionar que somos las mejores amigas y que también quieres que salve mi vida.
Era una petición ridícula, pero las palabras de la protagonista femenina tenían mucho poder.
Maria, como siempre, no pensó mucho en su respuesta.
—Lo prometo.
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Leonardo buscó a Belén en cada rincón de la mansión y comenzó a preocuparse al no encontrarla por ningún lado.
Cuando él le dijo que se fuera, se refería a que saliera de la oficina, no que abandonara la mansión.
