¿Haz visto una telenovela mexicana? Son hipnóticas. Romance, traiciones, conspiraciones, drama, asesinatos, villanos memorables y malas actuaciones, tienen de todo.
Es muy divertido verlas en la tele, te enganchas rápidamente, quieres que la villana...
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¿Haz visto una telenovela mexicana? Son hipnóticas. Romance, traiciones, conspiraciones, drama, asesinatos, villanos memorables y malas actuaciones, tienen de todo.
Es muy divertido verlas en la tele, te enganchas rápidamente, quieres que la villana pague sus maldades, que la protagonista se deje de tonterías y que el protagonista se (la coj** bien duro) case con ella.
Pero ya no es tan divertido cuando despiertas en una y descubres que la villana está a punto de matarte.
Eso me pasó a mí, mi nombre era Isabel Cardozo y tenía veinte años cuando morí, pero sorprendentemente volví a despertar como un personaje de telenovela mexicana.
Estoy viva, aunque condenada a morir en el capítulo cinco por el bien de la trama, sólo me queda una opción: enfrentar a la villana de la historia y luchar por mi vida.
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