¿Haz visto una telenovela mexicana? Son hipnóticas. Romance, traiciones, conspiraciones, drama, asesinatos, villanos memorables y malas actuaciones, tienen de todo.
Es muy divertido verlas en la tele, te enganchas rápidamente, quieres que la villana...
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Tres días después Belén se sintió lo suficientemente segura como para salir de su casa, la presencia de los cinco mastodontes que tenía como guardaespaldas fue de mucha ayuda.
El primer día tuvo que insistir bastante a Leonardo para que fuera a trabajar y la dejara en casa, lo consiguió después de mucha persuación. Ese día conoció la versión de la policía, un tiroteo escolar que resultó en una víctima fatal y un guardia herido de gravedad, lo cual evidenció que no podía contar con la policía jamás, estaban encubriendo a Lorena.
El segundo día Ariana fue enterrada, Belén no asistió, nunca le gustó el cementerio pero comenzó a odiarlo aún más después de su propio entierro como Isabel.
Ese día recordó lo que dijo Ariana cuando le contó de su compromiso, ella dijo que la original se acercó a Leonardo por interés y aunque no quería creerlo probablemente era cierto.
En la telenovela no se dejó entrever pero a veces pasa eso, nunca nos muestran los motivos que mueven a los personajes.
Quizás la original Belén Fernandez no estaba conforme con su situación económica, para cambiarla decidió seducir a Leonardo y así obtener su dinero por medios poco ortodoxos.
Y ella sintiendose culpable con la difunta, desgraciada, asquerosa, perra, Leonardo no se merecía eso.
Él era bueno, cariñoso, protector y bastante ingenuo. Pobre hombre, todo el tiempo estaba siendo engañado por su novia y sus hermanos.
Con ese nuevo descubrimiento, el tercer día tras la muerte de Ariana, Belén se dedicó a planear cuidadosamenente sus proximos pasos, hasta que ideó lo que le pareció una buena estrategia.
Todas las noches Leonardo la visitaba, cenaban juntos, a veces veían partidos de fútbol que a él le gustaban y a ella le daban sueño, otras veces veían comedias románticas que a ella le gustaban y a él le daban sueño. Pero de cualquier manera siempre terminaban durmiendo abrazados.
Con él sosteniendola en sus brazos, Belén se sentía protegida.
Cuando se levantó el cuarto día, tomó una maliciosa decisión, era hora de salir y presentarse oficialmente ante los Salinas Hernandez como la prometida de Leonardo.
Se preparó con horas de anticipación, maquillaje sencillo, cabello recogido en un estirado moño, vestido decente y plataformas no muy altas, le pareció que se veía digna de ser llamada una Salinas.
Pero cuando Leonardo llegó esa tarde y la vió no pensó lo mismo, enarcó una ceja mientras la miraba de pies a cabeza, no pudo emitir una opinión porque parecía ocupado conteniendo la risa con mucho esfuerzo.
―¿Qué es tan gracioso?―Preguntó mientras evaluaba una vez más su vestimenta, no pudo encontrar el chiste.
―Nada, es sólo que me preguntaba cuando pasará por ti la reina para tomar el té.
