Capítulo 9

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No estaba segura de cuántas decepciones más podría aguantar. La vida simplemente no me daba tregua y cuando encontraba algo que podía sacarme de este abismo, de inmediato me lo arrebataba. Tenía la ilusión de que asistir a la Universidad y continuar con mi proyecto fuera el parte aguas para empezar a salir de la situación que estaba enfrentando.

—Todo pasa por algo, hija. Aquí no se acaba el mundo —me dijo mi madre mientras conducía.

Ella tenía la cualidad de ser positiva ante cualquier adversidad, a veces envidiaba un poco el no tener esa característica.

—Lo sé, mamá, pero es el mundo que yo quería.

Debía replantearme nuevamente qué es lo que seguía, ya que los planes que tenía siempre cambiaban o de plano terminaban destrozados. Era desesperante ver que las cosas nunca salían como yo pensaba, a tal grado de querer rendirme de una vez por todas.

—Debo de ir al trabajo a arreglar unas cosas. ¿Quieres acompañarme?

—No, mamá, déjame en casa por favor.

—¿Me prometes que estarás bien? — se orilló y detuvo el coche.

—Tranquila, no haré nada estúpido.

De alguna forma entendía su preocupación, con qué seguridad dejaría a su hija, quien hace pocos días presenció un asesinato en su propia casa, y además era la principal sospechosa. Aceptaba que mi casa era el lugar más incómodo en esos momentos, ya que abría la puerta y los recuerdos me invadían. Lamentablemente los gastos del abogado nos habían dejado en una situación económica muy difícil, por lo cual ir a rentar alguna habitación de hotel o rentar en algún sitio era prácticamente imposible. Además, no tenía ningún familiar cercano ahí, y aunque fuera así, no creo que nadie arriesgaría su reputación por mí. El abanico de posibilidades estaba muy reducido, no teníamos otra opción que seguir viviendo en casa y seguir cumpliendo la orden de libertad condicional que se me había asignado.

—De acuerdo, confió en ti —avanzó nuevamente después de un prolongado suspiro.

Me dejó en casa y ella siguió su camino. No tenía ni la menor idea de lo que iba a hacer el día de hoy y de pronto decidí enviarle un correo a Almendra para explicarle mi situación.

En las últimas ocasiones cuando más necesité del apoyo de alguien, ella siempre estuvo disponible para mí. No perdí más tiempo y tomé mi laptop.

De: Amanda Red
Para: Almendra Bermellón

Almendra, supongo que ya estás enterada de todo lo que ha sucedido estos días. Las cosas no han sido nada fáciles y mi destino es incierto. Hoy decidieron expulsarme de la Universidad por los problemas que atravieso, por lo que el desarrollo de mi proyecto será imposible y sé lo importante que era para ambas. Quisiera verte para platicar un poco y poder sacar toda esta angustia que me está quemando por dentro.

Esperaba que no tardara mucho tiempo en responder el correo, realmente necesitaba de su apoyo. Aproveché la ocasión para cerrar todas mis redes, no quería saber nada de lo que se hablaba y así mismo, quería que supieran lo menos posible de mí. Justo cuando terminé dicha acción Almendra me respondió. 

De: Almendra Bermellón
Para: Amanda Red

Es una lástima todo lo que está pasando en tu vida. Me gustaría apoyarte pero lamentablemente no puedo hacer nada por ti. No puedo permitir que nos vean juntas, ya que mi trabajo estaría en peligro. Espero entiendas mis razones y por el proyecto no te preocupes ya veré qué hacer. De corazón espero que todos tus problemas se resuelvan.

Amanda RedWhere stories live. Discover now