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Canción: Hungy eyes - Eric Carmen 

Nos quedamos recostados uno junto al otro mirando el techo con nuestras respiraciones agitadas y totalmente cansados. - Eso fue increíble – dije intentando regular mi respiración. Mi cuerpo dolía un poco, pero estaba totalmente satisfecha.

_ Podría hacer esto todo el tiempo – contesto de la misma forma. Nuestros pechos subían y bajaban con una leve capa de sudor cubriendo nuestro cuerpo.

_ Deberías quedar- el ruido de unas risas en el piso de abajo me hizo pegar un salto en la cama interrumpiendo por completo mis palabras. Mis padres habían llegado. Sus pasos se escucharon subiendo la escalera y Eddie me miro con los ojos enormes por el susto. - tranquilo, la puerta tiene seguro – le susurre. Ambos nos quedamos quietos esperando que los pasos se alejaran de la puerta de mi habitación y se dirigieran a la habitación de al lado. Suspire con alivio cuando el ruido de su puerta se escuchó. - Eso estuvo cerca – susurre.

_ Casi me da algo – dijo con alivio suspirando. - Debería irme – dijo algo dudoso. - pero no quiero dejarte sola – me miro con algo de pena.

_ Puedes hacer como quieras, igualmente ellos se irán en la mañana - ambos hablábamos en tono bajo para que nada saliera de la habitación. Esa era una indirecta para que se quedara obviamente.

_ ¿Nunca están aquí? - preguntó confundido.

_ La mayoría del tiempo me la paso sola – le resté importancia- pero ya me acostumbré a eso, es mejor para no tener que soportarlos – Nos quedamos un rato en silencio y yo me acomodé de lado para poder verlo mejor.

_ ¿Quieres dormir? - preguntó dándose la vuelta en su lugar de la cama para verme a la cara.

_ Por favor – me acerqué a su cuerpo cubriéndonos con las cobijas y pegándome a su pecho. - no te vayas – susurre abrazando su cuerpo.

_ No lo hare - respondió dejando un beso en mi cabeza. Me abrazó completamente y cerré los ojos por completo sintiendo mi cuerpo cada vez más pesado. Él era la única compañía que necesitaba en cualquier momento.

Desperté por la luz del sol pegando en mis ojos

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Desperté por la luz del sol pegando en mis ojos. Me sentí totalmente cómoda y con mi cuerpo cálido por el calor proveniente de algo al lado mío. Abrí mis ojos un poco y observé a mi lado el cuerpo de Eddie totalmente dormido con sus labios entreabiertos y su brazo sujetándose a mi cintura. La vista era maravillosa y solo pude sonreír por eso.

Estuve unos largos segundos observando su rostro con total detalle, sus largas pestañas y sus suaves y rosados labios eran hermosos. Algo dentro de mi pecho empezó a extenderse por mi cuerpo con total calidez haciendo que mi respiración se quede en mi garganta. Tuve miedo de ese sentimiento, pero estuve totalmente alegre por sentirlo por primera vez en mucho tiempo. Estaba enamorándome de él y mi cuerpo lo sabía demostrar.

_ Te quiero tanto – susurre despacio pasando un dedo con delicadeza por su pálida mejilla.

_ Yo más linda - habló con su voz ronca por estar recién despierto.

_ Pensé que dormías - sonreí, mis mejillas estaban totalmente calientes.

_ En eso estaba - susurró dejando un beso en mi mano. Abrió sus ojos por completo y conecto su mirada con la mía. - Buenos días - acercó sus labios a los míos dejando un suave beso en mis labios.

_ Buenos días - le sonreí. Me acerqué más a él y pasé mis labios por su nariz, labios, mejillas y frente dejando suaves besos.

_ Podría despertarme así todos los días - sonrió bajando su mirada a mis labios.

_ Intentare hacerlo más seguido – le sonreí llevando mi mano a su cabello. - Amo tu cabello ¿sabes? - dije acomodando uno de sus mechones detrás de su oreja.

_ Siempre lo insultas, pensé que no te agradaba - contestó sin apartar su mirada de mis labios.

_ Te hace totalmente sexy - sonreí mordiendo mi labio. No mentía, era una de las cosas más lindas que tenía. - Aunque recuerdo que lo tenías corto antes - comenté.

_ Lo deje crecer para darme un cambio de imagen – dijo llevando su mano a mi cabello acomodando un mechón que caía por mi frente. A diferencia de él, yo tenía el cabello más corto.

_ Buena elección - dije mirándolo a los ojos. - ¿Quieres desayunar algo? - pregunté.

_ Claro - contestó acercándose a dejar un beso en mis labios.

Ambos fuimos al baño, nos cambiamos y bajamos por algo de desayunar aprovechando que mis padres ya no estaban en casa. Nos preparamos café y yo hice un par de tostadas con mermelada junto con unos pedazos de tarta que habían preparado las chicas de la cocina. - Esto es como un banquete - sonrió mirando la mesa.

_ Come todo lo que quieras - sonreí - casi nunca desayuno, solo cuando están mis padres en casa - aclaré. No era una de las mejores cosas sentarse en una mesa tan grande para comer totalmente sola.

_ Ya veo - asintió. Escuchamos la puerta del patio trasero ser abierta dándonos vuelta para ver quien era.

_ Oh hola señorita Miller - sonrió Nina, era una de las chicas de la cocina. Vio a Eddie y sonrió bajando la cabeza – Buenos días señor -

_ ¿Señor? - Eddie comentó algo ofendido– Buenos días - saludó algo serio. Yo solo reí por su reacción.

_ Buenos días Nina - sonreí. Era una chica muy linda que solía ser buena cómplice en mis secretos de vez en cuando. No solía hablar mucho con ella para no molestarla. - ¿ya desayunaste? - pregunté. Nina era una chica que había llegado al pueblo porque la habían obligado a independizarse a muy corta edad sin tener algún tipo de familia. Tenía 25 años hasta la fecha, pero sus recursos eran algo escasos por lo que trabajaba en casa y nosotros costeábamos sus estudios y la ayudábamos con lo que necesitara. Ella negó ante mi pregunta. - Hay un poco de café en la máquina, siéntate a desayunar con nosotros – Dije. Ella asintió con una sonrisa. Era algo tímida.

Tomó una taza de café y se sentó con nosotros a desayunar. Eddie y yo conversábamos con total libertad mientras comíamos algo. - Disculpe mi pregunta, pero ¿es su novio? - Nina preguntó por lo bajo. Todos en la casa me trataban de señorita, aunque les dijera mil veces que no lo hicieran porque me hacían sentir como una ricachona estúpida, pero era imposible quitarles la costumbre.

Eddie y yo nos miramos el uno al otro sin saber que responder ante eso. Eddie estaba por hablar, pero lo interrumpí antes de que pudiera decir una palabra – Si, es mi novio - sonreí tomando su mano por encima de la mesa. Eddie se quedó totalmente quieto mirándome con asombro y una sonrisa enorme se asomó en su rostro. - Pero no le digas a mama y papa que pasó la noche aquí - le susurre guiñándole un ojo. Sabía que podía confiar en ella para esto.

_ Oh ya veo - sonrió - nadie lo sabrá - negó tomando de su café. Yo solo le eché una mirada a Eddie sonriendo y él me la devolvió acariciando mi mano con su pulgar. Se sentía bien decir la palabra novio por primera vez. 

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Nuevo capítulo! Al fin pude despejarme un poco, espero les guste 


Fate (Eddie Munson) (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora