Capitulo treinta y cuatro: Mamá.

60 7 0
                                    

— Volví.

Solté al momento de entrar a la habitación, encontrándome con la mirada de mis hermanos al instante.

Al final no había podido pegar un ojo, solo ví el capítulo de una serie y volví al hospital, quedarme en casa no arreglaría nada.

Arianna se encontraba pelando una mandarina mientras hablaba con Ethan, quien estaba sentado en su camilla. Mi hermana menor se acercó a abrazarme, respondí el saludo con una sonrisa, al fin nos veíamos.

— Javier me había dicho que estabas aquí, pero cuando vine no te encontré.— Miró el reloj de su muñeca.

— Estaba un poco apurado con arreglar mi celular...— Contesté, Arianna me miró coqueta.

— Para contactarte con tu novio jujuju.— Movió las cejas de arriba abajo, para molestarme.

Sentí una punzada en el pecho, logrando hacerme hacer una mueca incómoda. Suspiré.

Y pensar que me di tantas vueltas por el centro, para poder hablar con Nicolás en mi celular  y cuando llegó el momento, solo hablamos unos minutos.

Me sentía incómodo.

— Uy.— La voz de Ethan llamó mi atención.— ¿Están peleados?

Negué.— ¿Te llamó?— Pregunté.

— No tengo mi celular. Max me lo quitó.— Intentó encogerse de hombros, haciendo una mueca de dolor, pues aún tenía su brazo adolorido.

— ¿Por?

— Se cree representante.— Se rió.— Mi entrenador le dió la idea, hay demasiados periodistas llamándome para saber mi situación.

— ¿Por qué te importa tan poco?— Regañé, Ethan sonrío encogiéndose de hombros.

— ¿Viste a mamá?— Evitó mi pregunta.

— No. Aún no.— Respondí.— Pareciera que me está evitando. ¿Sabe que estoy aquí?

— Lo sabe.— Respondió mi hermana está vez.— Yo le dije.

Asentí.— ¿Y que dijo?

— Nada.— Suspiró.— Preguntó como estabas y nada más. Sigue estresada porque Ethan no quiere decir nada de lo que le sucedió.

Terminó de explicar lanzando una mirada molesta hacia nuestro hermano mayor, quien la ignoró comiendo una mandarina mientras miraba por la ventana.

— ¿Sabes cuándo llegará?— Pregunté suavemente, intentando apaciguar el ambiente.

Sabía perfectamente como eran las peleas entre Arianna y Ethan, no eran para nada agradables.

— ¿Quién?— Escuché otra voz, miré de dónde provenía.

Crucé miradas al instante con aquella, Lucía me mostraba una sonrisa genuina, prácticamente me lancé a sus brazos para ser rodeado por ella.

Percibí rápidamente el aroma de su perfume, estrujando mi corazón al momento después, mi garganta se cerró, sintiendo ganas de llorar. La había extrañado más de lo que creía. Mi segunda madre.

Escuchaba sus susurros en mi oído, diciéndome cuánto me había extrañado, preguntando cómo había llegado y si la había pasado muy mal en el sur. No pude responder nada de lo que me había preguntado por la rapidez que cambiaba de pregunta, pero no me importaba, el solo hecho de tenerla a ella preguntando por mi me hacía sentir bien y consolado.

Miré detrás de ella, con la esperanza de ver a mi madre, pero no estaba.

Me separé luego de unos segundos, recibiendo unas caricias en mi rostro de su parte.

Huaso. [BL]Where stories live. Discover now