Capitulo cuatro: Comienzo.

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Dejé mis maletas  a un lado de la puerta, admire durante unos segundos la que era mi habitación en la infancia.

Nada había cambiado, estaba todo tal cual recordaba. Hasta las frazadas de spiderman seguían en la cama.

Sonreí dejándome caer encima de ella, el viaje había sido bastante largo, por lo que a pesar de haber dormido lo suficiente, me sentía agotado.

Escuché como mi abuelo hablaba por teléfono desde la cocina, no pude entender mucho. Saque mi celular con la esperanza de ver señal en él, nada.

La verdad no sé ni que esperaba, cuando mi madre dice algo, lo dice de verdad.

Cerré mis ojos mientras suspiraba, aún podía escuchar el ruido de las gotas cayendo por la casa y la ventana, siempre me había gustado aquél, era relajante. Lástima que dónde vivía actualmente no llovía casi nunca.

Sentí como mi cuerpo se iba relajando, haciéndome entender que si no me movía o abría mis ojos me quedaría dormido, por lo que no me moví hasta perder por completo la conciencia.

Desperté algo desorientado, aún sin acostumbrarme al lugar. Me senté en la cama mientras bostezaba y estiraba mis brazos hacia arriba.

Me mantuve en completo silencio, esperando escuchar a mi abuelo andando por la casa, lo cual no fue así.

Miré el reloj que colgaba en la pared, las 4 de la tarde. Había dormido mucho más de lo que creí, me levanté para salir por una de las puertas de la casa que daban hacia el patio.

Recién ahí me percaté que no seguía lloviendo, aunque estaba nublado. Caminé acercándome a los árboles y plantaciones que tenía mi abuelo, una ráfaga de viento me hizo temblar, seguido con un montón de gotas cayendome, gotas que se habían mantenido en las hojas del árbol hasta que se sacudieron.

Increíblemente me sentí agusto, no me incomodó en lo más mínimo, esa sensación fue linda, creo que aún seguía algo dormido.

Miré el árbol que hasta hace poco me había mojado, volví a sentir la brisa, por lo que cerré mis ojos esperando que volviera a mojarme.

Al sentirlo nuevamente, no pude evitar reír, está situación era tan básica, probablemente me haya pasado tantas veces, pero el simple hecho de que me haya pasado aquí lo hacía satisfactorio.

El solo hecho de respirar aire completamente limpio, seguir mojandome por la lluvia y que no me moleste ni un poco, vine aquí para poder escaparme del estrés de mi familia y lo que era la ciudad y terminé enamorándome de algo tan básico.

Escuché un par de personas acercarse, me di la vuelta reconociendo al instante a mi abuelo, junto con un grupo de personas, quienes me saludaron desde lejos.

Los miré algo incómodo ante su saludo, ya que no los conocía, pero me obligué a sonreír.

Hablaron entre ellos, junto a mi abuelo, dijeron un par de cosas para luego romper en carcajadas todos ellos. Reí entretenido, siempre había pensado que la gente del sur tenía una peculiar forma de reír, eran... Escandalosos.

Noté como mi abuelo me hacía una señal de que me acercase, obedecí sin saber ni como caminar sin verme incómodo. Cuando me acerque lo suficiente, escuché sus voces.

Huaso. [BL]Where stories live. Discover now