Three Man And A Were Pup

I'm Decent

A medida que Olivia se sentía más cómoda con su nuevo entorno, comenzó a dormir por períodos más largos. Como resultado, Peter se despertó sintiéndose bien descansado y renovado ese sábado por la mañana. Abrió los ojos lentamente y sonrió al ver la cabeza de cama adorablemente horrible del chicoo en sus brazos.

Pasó unos minutos mirando a Stiles; observando su cara floja por el sueño, y las respiraciones profundas y calmantes que estaba tomando. Después de un rato, Peter aflojó su agarre y comenzó a pasar sus manos arriba y abajo del brazo de Stiles, su toque fue ligero como una pluma.

Peter podía escuchar el cambio de latido del corazón del niño, pero no lo suficiente como para indicar que estaba completamente despierto todavía. Se inclinó hacia adelante y presionó un beso apenas visible en la frente de Stiles, arrastrando sus labios lentamente por su frente, hasta su mejilla, finalmente presionando un beso un poco más fuerte en la comisura de su boca.

Stiles sonrió con los ojos aún cerrados. “Qué manera tan agradable de despertar. Podría acostumbrarme a esto."

Peter gimió y acercó a Stiles a su pecho. "Definitivamente deberías, cariño".

El aroma de Stiles se endulzó y abrió los ojos. Se inclinó hacia delante y rozó la nariz de Peter con la suya. El acto hizo que el lobo se riera y cerrara la pequeña distancia entre ellos, capturando los labios de Stiles con los suyos.

Intercambiaron besos durante varios minutos, ninguno de los dos tenía prisa por ir más allá de un breve barrido de la lengua.

“La próxima vez que hagamos eso”, dijo Stiles sin aliento mientras salía de la cama, “recuérdame que primero me lave los dientes”.

Peter se rió en voz baja, no queriendo despertar a la bebé. "¿La próxima vez?"

Stiles se sonrojó y se encontró con el lobo al pie de la cama. "La próxima vez", confirmó, agarrando su mano y entrelazando sus dedos.

Se volvieron como uno solo para observar a Olivia dormir durante un minuto en silencio. Peter podía oler la incertidumbre que emanaba de Stiles.

"Sigo llamándola Olivia en mi cabeza todavía", admitió Stiles humildemente.

Peter apretó con más fuerza la mano del chico. "Yo tambien querido."

"¿Qué va a pasar con ella?"

"Bueno, no vamos a devolverla a su antigua manada", prometió Peter con un gruñido. “Pero esa es una discusión para más tarde. Por ahora, tenemos una cita para la que prepararnos”.

El rostro de Stiles se iluminó y se volvió hacia Peter. "¿Vas a decirme qué es?" Estaba casi saltando mientras seguía al lobo al baño.

"Nop", respondió Peter airosamente. "Es una sorpresa."

No debería haberse sorprendido al descubrir que Stiles no aceptó esa respuesta.

Durante los siguientes treinta minutos, mientras Peter se duchaba, Stiles se sentó en el asiento del inodoro cerrado y adivinó qué implicaría la cita. Se había sonrojado escarlata y se dio la vuelta cuando Peter se desnudó frente a él, una vez que se dio cuenta de que Stiles no iba a salir del baño. Pero una vez que el lobo estuvo a salvo en la ducha y casi fuera de la vista, Stiles continuó con su interrogatorio.

"No, Stiles, no reservé boletos para un transbordador a la luna", se rió Peter, estirando la mano para agarrar una toalla.

“¡Bueno, no tengo otras ideas!” Stiles chilló cuando Peter abrió la puerta de la ducha y se tapó los ojos con una mano.

"Cariño", dijo Peter arrastrando las palabras. "Estoy decente."

Stiles miró a través de una hendidura en sus dedos y vio que Peter se había envuelto la toalla alrededor de su cintura. "Difícilmente", murmuró, incapaz de apartar la mirada de las gotas de agua que corrían lentamente por su torso desnudo.