XXV

1.5K 165 81
                                    

Capítulo 25 "Perdido"

Las flores se veían hermosas, el cielo se veía hermoso, la comida quemada de Sunoo era deliciosa, el smog de Corea ya no parecía ser tan contaminante y todo se veía perfectamente bien a los ojos de Sunghoon. Todo estaba perfecto.

—Jake se va hoy y pareces la persona más feliz del mundo.

—No parece, soy—. Contestó animoso el alfa, tragó el último bocado de su desayuno carbonizado y le dio un beso en la frente a su omega antes de ir corriendo a lavarse los dientes. Estaba llegando tarde a la universidad.

Si bien era cierto, ya no había tanta tensión entre Sunghoon y Jake,  seguían retándose  en casa, aún sabiendo que el alfa de ese hogar y por defecto su territorio le pertenecía al mayor. Sunoo le reprochaba eso al beta cuando estaban solos pero su mejor amigo solo se disculpaba y olvidaban el incidente hasta que sucedía otra vez.

No es que también esté saltando de alegría porque Jake se vaya de su hogar pero si se sentiría mucho más cómodo, ya no tendría que separar a los primos para que no se golpeen.

Recogió los platos siendo interceptado por Sunghoon en el camino a la cocina, le dio un corto beso y abrazo para luego despedirse con un "nos vemos luego, cariño, te amo" y salió de casa. »yo también te amo« pensó.

Aquel día no tenía clase temprano así que solo dormiría un poco mas antes de alistarse. Bostezo somnoliento, Jake había salido aún más temprano que Sunghoon, y no se había despedido, solo había dejado una nota diciendo que volvería por sus cosas. Se echó en cama y se abrigó, ya estaban entrando a invierno y lo que más podía desear era usar ropa abrigadora y grande. Se sumergió entre las sábanas y poco a poco cayó en la inconsciencia.

Habrán pasado minutos o tal vez horas antes de que entre sueños escuchara la puerta abrirse, pero solo una persona podía tener la llave y ese era el castaño alfa. Se removió en las sábanas pensando qué tal vez había regresado más temprano de lo usual para darle una sorpresa, sonrió enamorado. Su lindo alfa siempre tan...

No era sunghoon.

No lo era porque esas no eran sus pisadas ni su aroma.

Sunoo empezó a sentir que le faltaba el aire bajo el edredón, tenía que llamar a la policía, solo no sabía dónde estaba su celular o si lo había llevado a cama consigo. Se movió sin hacer ruido y no lo encontró, maldijo mentalmente al recordar que estaba en la mesa. Se escondió bajo la cama, escuchando los pasos fuertes dirigiéndose a las habitaciones. Como si estuviera buscando algo.

Tenía muchas ganas de gritar y llorar, rogaba que solo fuera un tonto robo y se fuera sin hacerle daño. Sunoo no era un religioso, menos devoto.

Pero ahí, escondido debajo de su cama en la que era la tranquilidad de su hogar, rezó implorándole a dios entre lágrimas que por favor no le pasara nada, que lo cuidara y que lo dejara vivir junto a su amado en paz.

»Cuídame por favor, tengo que vivir, déjame vivir«.

Las pisadas pararon en su puerta, y por segundo pensó que se había salvado. Pero estaba tan equivocado.

—Oh Sunoo...—. Canturreó aquella voz, con un deje de cinismo que le provocó escalofríos. Ya no iba a salvarse, había venido por él.

Roomie ; SunSunWhere stories live. Discover now