IX

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Con una furia que jamás haba sentido dirigió bolas de fuego a varias rocas, que terminaban reduciéndose a carbón, sin darse cuenta de cuando el mayor de los Pevensie comenzaba a contar para el ataque y los telmarinos cayeron en un agujero, lo que ...

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Con una furia que jamás haba sentido dirigió bolas de fuego a varias rocas, que terminaban reduciéndose a carbón, sin darse cuenta de cuando el mayor de los Pevensie comenzaba a contar para el ataque y los telmarinos cayeron en un agujero, lo que la trajo a la realidad fue el grito de su mejor amiga, cuando volteo ella colgaba de la mano de Trumpkin.

Skai. — murmuró inconscientemente y se transformó en un fénix.

Voló hasta donde su amiga colgaba y con sus garras la sostuvo mientras la bajaba con cuidado.

—Yo te cuido las espaldas. — Sonrió volviendo a su forma humana. — acabemos con esto de una vez. — Habló viendo a sus amigos mientras desenfundaba dos espadas que de inmediato se tiñeron de fuego.

La pelirroja y la pelinegra luchaban espalda con espalda, Fayna atacaba de cerca y Susan a la distancia, como si leyeran sus mentes.

Al tiempo que protegía a su mejor amiga, también lanzaba fuego a quienes atacaran a Edmund y Peter.

<Ya es hora, despiértalos> volvió a escuchar la voz de Aslan.

Skai, cúbreme. — pidió a su amiga y esta le asintió.

Se convirtió en el fénix y voló por encima de los árboles, entonces, al tiempo que un león rugía en el bosque, telmarinos y narnianos escucharon el canto de un fénix sobre los árboles, una melodía que ordenaba a los arboles despertar y pelear.

Raíces comenzaron a salir de los suelos arrastrando a los telmarinos obligándolos a huir al rio, pesando que ahí tendrían ventaja.

Al llegar al rio se encontraron la figura de una niña acompañada por un león y un fénix.

—¡Ataquen! — Gritó lord Sopespian.

Cuando estuvieron en el puente el rugido y el canto resonaron y un hombre en el agua se levantó, mientras que Helio, la personificación del sol también bajaba de los cielos, cegando a los telmarinos para que aquel hombre de nombre Poseidón los ahogara, exceptuando a los inocentes. El único que permaneció fue Helio, quien se posiciono junto a Fayna, quien ahora tenía forma humana.

Los Pevensie y Caspian se acercaron Aslan y se arrodillaron.

—De pie, reyes y reinas de Narnia. — Caspian seguía arrodillado.

—Todos ustedes. — Habló la pelirroja mirando a Caspian.

—Aun no estoy listo, majestades. — Habló con respeto, haciendo sonreír a Helio, Aslan y Fayna.

—Y por eso mismo sabemos que lo estas. — Contestó el león.

—Entonces, Fayna. — Habló el hombre rubio, Helio. — ¿Él es con el que voy a tener que hablar sobre mi ahijada? — señalo al mayor de los Pevensie, quien apartó la vista avergonzado. — Quiero saber tus intenciones con mi ahijada. — Declaró y sus hermanos rieron mientras Fayna lo veía avergonzada.

—Helio. — Llamó la muchacha. — Por favor, cállate. — Pidió en un murmullo.

Las risas se vieron interrumpidas por el sonido de una pequeña gaita, mientras los ratones tenían a su líder en una camilla. Lucy se apresuró a darle de su poción, devolviéndole la conciencia.

—Muchas gracias. — Fue entonces que se percató de la presencia de Aslan. — Señor, mis saludos. — Cuando se reverencio, tropezó. — Lo siento por presentarme de forma tan indecorosa. — Habló avergonzado al notar que no tenía su cola. — ¿Quizá una gota más? — Miró a Lucy.

—No creo que haga eso. — Se lamentó la pequeña.

—Podemos intentar. — Negoció y la risa de Aslan se escuchó.

—Te sienta muy bien, pequeño. — Animó Aslan.

—Con todo respeto, grandes reyes, debo retirarme. Lo que me han cortado es el honor y la gloria de un ratón. — Extendió su espada.

—Tal vez le das demasiada importancia a tu honor, noble amigo. — Habló Helio.

—Bueno, no es solo en honor, sirve para trepas, el equilibrio y tomar cosas. — Contestó y uno de sus ratones tomo la palabra.

—Con su permiso, majestades — Empezó. — pero nos negamos a tener un honor que le es negado a nuestro líder. — Todos levantaron sus colas, listos para cortarlas.

—No por salvaguardar tu dignidad, si no por el amor a tu pueblo. — Habló Aslan y la cola de Reep volvió a crecer.

—Gracias mi señor, la atesorare por siempre. — Dijo emocionado. — De ahora en adelante servirá como recordatorio de mi gran humildad.

—Es lo que mereces Reep, me has sido leal desde que te conozco y por eso tienes mi respeto. — Fayna hizo una pequeña reverencia a Reep.

—Bueno una gran reina un día me dijo que el pueblo no debe servir a su líder, el líder debe servir a su pueblo. — Le devolvió la reverencia. — Me convertí en el líder que soy gracias a usted.

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Volviiii. La prepa me tenia atrasadísima, pero ya soy libre y estaré subiendo capítulos seguido ;)

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐇𝐎𝐄𝐍𝐈𝐗 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ༒ Las crónicas de NarniaWhere stories live. Discover now