VII

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Tomó un vestido blanco, bastante sencillo, se ajustaba en el torso y caía hasta sus talones, magas acampanadas y una especie de capa

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Tomó un vestido blanco, bastante sencillo, se ajustaba en el torso y caía hasta sus talones, magas acampanadas y una especie de capa. También se puso una pequeña corona, que solo rodeaba su frente, con pequeñas piedras de color blanco, si moría, lo haría con el primer vestido y corona con el que Aslan la creo, como una reina.

—No le tengo miedo a la muerte. — susurró viendo su reflejo. Suspiro y noto que faltaba una hora.

Fue a la tienda de Aslan para encontrar al león esperándola.

—Así fue como llegaste a Narnia. — murmuró cuando vio lo que tenía puesto.

—Y así será como probablemente la dejare. — susurró. — Deberíamos comenzar a ir, para caminar con calma.

Lucy no podía dormir, vio de reojo las siluetas de Fayna y Aslan, sintió que algo no andaba bien y despertó a Susan para seguirlos.

Caminaban por el bosque sin emitir una palabra, sabían que las chicas los estaban siguiendo.

—¿No deberían estar dormidas? — murmuró el león, sabiendo que las hermanas escucharían.

—No podíamos dormir. — se excusó la menor.

—Perdonen. ¿Los podemos acompañar? — pidió la pelinegra.

—Supongo, que su compañía nos haría bien. — murmuró Fayna.

Lucy tomo la melena de Aslan, mientras Susan tomaba la mano de Fayna. Caminaron en silencio, las hermanas notaban las pocas ganas que tenían de hablar.

Al estar cerca de la mesa de piedra Aslan hablo.

—Ya es tiempo. — miró a las hermanas. — A partir de aquí, debemos continuar solos.

—Pero, Aslan...— Intentó protestar la mayor.

—Susan, Lucy. — las llamó. — confíen en nosotros. — Se acercó quitando dos brazaletes dorados y delgados que tenía puestos, uno en cada muñeca. — Quiero que cada una tenga uno de estos. — tomo la mano de Susan y se la puso. Después se arrodillo a la altura de Lucy. — Como una forma de agradecerles que sean mis amigas, mis primeas amigas. — tomó la mano de Lucy y repitió la acción, los brazaletes de ajustaron a sus muñecas.

—Debemos hacer esto. — dijo Aslan al ver que las Pevensie dudaban. — Gracias Susan y gracias Lucy. — Hasta siempre.

—Hasta vernos otra vez. — murmuró la pelirroja y ambos se separaron de las Pevensie.

Claro que las hermanas los siguieron y no les gusto lo que vieron, escondidas tras las rocas.

Antorchas encendidas, enanos, minotauros, lobos y demás gritando y celebrando, todos los aliados de Jadis. Se burlaban al ver a los dos reyes caminar hacia la mesa de piedra, sin bajar la mirada.

Una Arpía se paró frente a ello, con intenciones de burlarse, pero retrocedió al verlo a la cara, Fayna tenía sus ojos de color rojo en vez de dorado, quería que la bruja la recordase así.

Jadis subió a la mesa, con un vestido negro dos dagas, una negra y otra de hielo, esperando impaciente para matar a sus enemigos.

—Admiren, al gran León y la reina del fuego. — habló pausadamente, causando risas de sus seguidores.

Las bestias los rodearon y un minotauro empujó a Aslan haciéndolo caer, mientras un lobo hizo lo mismo con Fayna.

Las hermanas veían todo horrorizadas.

—¿Por qué no se defienden? — musito Lucy con la voz rota.

Las bestias los golpeaban y arrojaban sin piedad, como si no valieran nada, incluso haciendo a Fayna escupir sangre con dolor.

—Atenlos con fuerza. — ordenó la bruja.

Ataron a Aslan de las patas y el hocico. A Fayna la amarraron de manos y pies.

—Alto. — volvió a hablar la bruja. — primero van a afeitarlos bien.

Un enano se acercó a Aslan y con un cuchillo cortó un mecho de melena y repitió la acción con el cabello de la pelirroja, no sin antes arrancarle la corona y entregársela a Jadis.

Alzó los mechones dorado y pelirrojo celebrando.

Terminaron su trabajo y los pusieron sobre la mesa de piedra, mientras escuchaban los ruidos provenientes de los traidores, hasta que Jadis los mando a callar.

—Querido Aslan, querida Fayna, estoy muy decepcionada de ustedes. — les hablo. — ¿Enserio creyeron que, al sacrificarse, lograrían salvar al humano traidor? — las Pevensie se miraron comprendiendo todo. — Me están dando su vida, a cambio de nada. Dieron mucho por amor. — lo último lo dijo refiriéndose a la pelirroja. — ¡Esta noche, la gran magia al fin se aplacará! — gritó. — ¡Y mañana conquistare Narnia, para siempre! — se escucharon gritos de gozo. — Primero haremos sufrir a la niñita, viendo como su creador ¡Muere! — clavo la daga oscura en el León, dando fin a su vida. La bruja, con los ojos completamente oscurecidos se acercó a la muchacha.

—Narnia jamás te pertenecerá, es de los hijos de Adán y Eva, jamás serás digna del trono. — le susurró.

—Tal vez empieza con Peter, ya sabes, el atractivo rubio. — sonrió con maldad y ella le vio con el más puro rencor. Y sin más, le clavo la daga en el corazón.

Las hermanas dieron un brinco ante la escena y sus ojos se llenaron de lágrimas y se abrazaron mientras los traidores celebran.

—¡El gran gato y la niña de fuego, se han ido! — gritó triunfal — Preparen sus tropas para la batalla. — ordenó.

Lucy y Susan esperaron a que todos se fueran para acercarse a la mesa de piedra, en donde yacían ambos reyes y abrazaron sus cuerpos, el vestido de Fay estaba con todo el pecho manchando de sangre el blanco vestido.

Ambas comenzaron a llorar sobre sus cuerpos.

—¿Qué hacen? — Preguntó Susan a la defensiva al ver ratones subir al cuerpo de su primer y única amiga. — ¡Déjenlos en paz! — grito con lágrimas.

—Susan, espera. — interrumpió su hermanita. — Los estas desatando - ambas ayudaron a ello.

—Hay que avisar a todos. — susurró la mayor. Pero ella tampoco quería alejarse.

—No quiero dejarlos. — musito.

—Ya no hay tiempo. — lloró Susan. Fayna había sido la primera en su vida que la hacía sentir como que tenía una amiga, las chicas de su mundo solo hablaban con ella para acercarse a su hermano mayor, con la pelirroja las cosas eran diferentes, sinceras.

Lucy tuvo una idea al ver los arboles moverse y enviaron a una dríade a dar aviso sobre la muerte de los grandes reyes.

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Espero que les este gustando, la verdad no tengo mucha experiencia y me pense mucho el publicar este fanfic

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐇𝐎𝐄𝐍𝐈𝐗 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ༒ Las crónicas de NarniaWhere stories live. Discover now