IV

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Fayna se despertó en el bosque con su libro al lado, ese recuerdo siempre la atormentaba, ella pudo destruir a Jadis en su momento y no lo hizo, se sentía la peor persona y reina del mundo

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Fayna se despertó en el bosque con su libro al lado, ese recuerdo siempre la atormentaba, ella pudo destruir a Jadis en su momento y no lo hizo, se sentía la peor persona y reina del mundo...ahora su pueblo y los Pevensie pagaban por los errores de su reina.

—Aquí estas, las dríades no te encontraron en tu tienda cuando amaneció y todo el campamento se preocupó. — Escuchó la voz de Peter, tomo su libro y se levantó del suelo.

—Lo siento, me quede dormida sin darme cuenta. — contestó aun aturdida por aquel recuerdo.

—Para la próxima avisa a alguien, nos dejaste asustados. — puso una mano en su hombro y le dio una sonrisa que ella correspondió.

—Mejor volvamos o me convertiré en cena de León parlante. — ambos rieron y se encaminaron al campamento.

Los presentes soltaron un suspiro al ver a Fayna bien y la recibieron con sonrisas.

—¡Fay! — se escuchó el grito de Lucy, quien corrió a abrazarla. — Me asusté cuando no te vi. — dijo aun aferrada a su cintura.

El gesto enterneció a la chica, hacía años que no la abrazaban.

—Estoy bien, peque. — la alzó en brazos bajo la mirada del rubio. — Ya no voy a desaparecer de la nada.

—Promételo. — estiró su meñique y ella le vio extrañada. — Entrelaza tu meñique con el mío, es para cerrar una promesa. — explicó y ella, aun sonriendo, entrelazo sus meñiques.

Peter no pudo evitar darse cuenta en que sus hermanos se habían comenzado a encarrilar con ella y que Fay los trataba como si los conociera desde siempre.

—Majestad. — habló el castor llegando. — Aslan la necesita. — su semblante preocupado hizo que la muchacha bajara a Lucy y fuera a toda prisa con el León, que tenía en frente a un enano.

—La reina Jadis, solicita una audiencia con ustedes dos, aquí en su campamento. — dijo el enano sin disimular su odio por los ser que tenía enfrente.

Ambos aceptaron, sabiendo el motivo de la audiencia y el enano se fue a toda prisa.

—Le diré a los castores que me ayuden a repartir la noticia, hay que estar atentos. — habló la pelirroja con semblante serio.

—Hare lo mismo. — asintió Aslan.

Fayna salió de la tienda y se acercó al matrimonio de los castores, que la vieron atentos.

—Necesito que corran la noticia, Jadis solicito una audiencia conmigo y Aslan. — los castores la vieron asustados y corrieron a repartir la noticia.

—Si quieres, puedes quedarte en la tienda. No tienes que volverla a ver. — habló Aslan sabiendo que sería la primera vez que viera de nuevo a la bruja de frente y los horribles recuerdos que le trajo.

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐇𝐎𝐄𝐍𝐈𝐗 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ༒ Las crónicas de NarniaOnde histórias criam vida. Descubra agora