Tu amor es un juego a esperar >>ZARRY<<

Capítulo 6

Harry supera su ira inicial, al menos Zayn así lo cree cuando un par de horas más tarde está acostado boca arriba, apoyado en sus almohadas con Harry agarrando sus hombros, la cabeza echada hacia atrás y meciéndose en círculos sobre la polla de Zayn. Harry está maldiciendo por encima de él, murmurando en voz baja mientras Zayn lo embiste, hundiendo sus dedos en las caderas de Harry, los pulgares descansando en los bordes de las hojas de laurel tatuadas en su cuerpo mientras trata de evitar mirar la deslumbrante marca roja en el cuello de Harry.

A Zayn no se le permite dejar marcas, lo ha intentado, pero Harry siempre lo ha empujado y ha cambiado el ángulo de las cosas, absorbiendo sus propias marcas en la piel de Zayn hasta que éste olvida qué era lo que quería hacer en primer lugar. Zayn no se molesta en intentarlo si quiera esta noche, dejó de hacerlo hace mucho tiempo, pero presionó su pulgar en la marca cuando Harry lo besó antes, presionándolo hasta que Harry le mordió el labio, ejerciendo el mismo dolor físico en Zayn.

“Zayn, tienes que… joder, tienes que... más fuerte”, dice Harry, girando sus caderas en pequeños círculos que dejan la cabeza de Zayn girando en el mismo patrón.

Zayn asiente con la cabeza y los voltea, obligando a Harry a tumbarse boca arriba, tirando de su pierna hacia arriba y follandolo tomando el control ahora él, sus caderas se mueven rápidamente hacia adelante. La cabeza de Harry se echa hacia atrás, agarrando los antebrazos de Zayn.

Ve plata y blanco cuando se corre, dejándose caer para gemir en el cuello de Harry. Lo escucha gemir su nombre debajo de él, agarrándose a su alrededor y respirando con dificultad mientras recupera el aire.

Zayn toma la sábana y la usa para limpiar su estómago, limpiando también el de Harry antes de tirarla al suelo. Cambiará una limpia más tarde. No está preocupado por eso en este momento.

"Eso fue increíble", dice Harry con un bostezo, ya agarrando el edredón de Zayn, tirando de él hasta su pecho. Zayn niega con la cabeza, sonriéndole con cariño, pues han tenido relaciones sexuales durante años, pero siempre es sorprendente lo rápido que Harry se queda dormido después, su cuerpo queda inconsciente mientras toma la mano de Zayn, entrelazando sus dedos por un momento fugaz.

Zayn se sienta en la cama y toma la mano de Harry por un rato, mirando al chico a su lado mientras duerme. Está acostado boca arriba esta noche, con la cabeza girada hacia un lado, exponiendo la larga extensión de su cuello. Algunos de los músculos resaltan, sobresaliendo ligeramente del ángulo, algunas de las venas están presentes cuando Harry deja escapar un leve ronquido, pero lo único que Zayn puede ver es la marca roja en su cuello.

A medida que avanzaba la noche, la marca adquirió un tono púrpura, pero Zayn todavía ve carmesí. Está brotando de su piel, la ira al rojo vivo y los celos brotan de él en tonos de rojo.

Saca las pinturas con cuidado y en silencio, consciente del chico que duerme a su lado, a quien no le importa que Zayn lo pinte, pero sí que lo despierte. Zayn las coloca con cuidado, apartando todo menos el rojo y el negro, abriéndo lentamente mientras sus ojos trazan la forma irregular del chupetón en el cuello del rizado. Es más oscuro en el centro, pero se desvanece lentamente, y Zayn comienza con el rojo, cubriéndolo con el dedo antes de deslizarlo suavemente sobre la marca.

La piel de Harry comienza a picar con su toque, un escalofrío en todo el cuerpo, pero no se despierta, sigue durmiendo mientras Zayn esparce el rojo. Trabaja a lo largo de la piel del cuello de Harry, más allá de la clavícula y luego sobre su hombro, volviéndolo de un rojo intenso y violento.

Busca el resto de sus colores, alcanzando el naranja y aplicándolo a lo largo del centro, extendiéndolo con cuidado, teniendo en cuenta el matiz rojo. Zayn mantiene su toque ligero mientras mueve sus dedos a lo largo de la piel de Harry, resaltando el centro del rojo, resaltando el lugar donde sabe que la marca está escondida debajo, hasta que el rojo se convierte en algo casi bonito a la vista y eso no es lo que Zayn quiere. Así que agarra el negro, exprimiéndolo en sus dedos antes de frotarlo en el rojo, arrastrándolo a través del naranja, rompiendo la estética de todo para exponer la fea verdad dentro del trazo. Esparce el negro alrededor hasta que el naranja casi desaparece, solo se asoma por los bordes y contrasta fuertemente con el rojo.

Es feo y doloroso. Parece una herida, como una costra curándose sobre la laceración de una quemadura.

El corazón de Zayn está martillando en su pecho mientras se obliga a sí mismo a detenerse, porque está pintando con demasiada brusquedad, frotando sus dedos en el cuello de Harry con demasiada agresividad y no quiere lastimarlo. No quiere que sienta el rojo sangrante y el negro consumidor, la ira y el dolor y la confusión y la preocupación porque ama a Harry.

Lo ama como el rosa suave que se refleja en un océano azul. Lo ama a pesar de que no debería. Lo ama cuando la única forma en que puede tenerlo, realmente tenerlo de una manera que nadie más puede, es pintándolo con sus emociones, con sus sentimientos, con la energía que Harry le da cuando están juntos. Lo ama incluso cuando Harry no lo ama.

Zayn ama a Harry.

Y el dolor y la tristeza de descubrir que ha estado con otra persona de una manera que Zayn había creído estúpidamente que estaba reservada para él, se refleja pintada en el cuello de Harry.

Y cuando Harry se despierta veinte minutos después, Zayn todavía está sentado a su lado, con los dedos cubiertos de rojo, naranja y negro. Harry le da un suave beso en la mejilla antes de salir de la cama, y cuando Zayn mira hacia él, Harry está parado en el espejo, mirando la pintura en su cuello con una expresión en su rostro que Zayn nunca antes había visto. Ni siquiera sabe cómo interpretarla, solo sabe que está ahí y algo dentro de él siente que no puede respirar. Entonces se acuesta, ignorando el hecho de que no ha limpiado sus pinturas y sus dedos comienzan a picar por la pintura endurecida, observa a Harry ducharse, observa cómo los colores ásperos se deslizan por su cuerpo, desapareciendo de su vista.

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