Con cariño, una flor del bosque | SKZ

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Lia se aseguró de que Chan no tuviera inconvenientes al estar sentado. Él le dijo que incluso podía animarse a caminar, pero ella evitó por cualquier medio que se moviera bruscamente, por lo que al analizarlo un poco más, tomó una decisión.

— Traeré un grillete. No puedo permitir que intentes escapar. — tras decirle ello se dirigió hacia la puerta de ese salón con rapidez. Chan la observó alejarse, pudo ver su espalda y esa capa que tenía encima, una que cubría su delicadas alas de hada. — Changbin — mencionó Lia al encontrarlo en el primer pasillo que debía tomar. — ¿Podrías cuidar de el humano Chan?

— ¿A dónde irás? ¿Vas a tardar?

— Debo ir al pabellón de equipamientos por un grillete, también debo pedirle ayuda a algún guardia que sepa instalar esa cosa, pero no creo que vaya a tardar tanto. ¿Estás ocupado?

— No, no, está bien. — dijo despreocupado. — Yo lo cuido, ve tranquila.

— Gracias.

Changbin fingió que iba camino al salón donde se encontraba Chan, pero apenas Lia dio esa vuelta en la esquina del pasillo, de inmediato corrió hasta el escondite de Felix que estaba entre dos columnas. Lo ayudó a salir, ambos se sonrieron y tomados de las manos corrieron hasta aquel salón.

— Estamos de suerte. — comentó el mayor aliviado, puesto que no iban a arriesgarse tanto después de todo.

Una vez dentro, Felix cerró la puerta apresurado. Chan los miró entre sorprendido y grato, no había esperado su visita tan pronto, pero cuánto amaba verlos juntos.

— Hey — sonrió, los saludó con la palma de su mano y agregó — Mis chicos . . .

— No hay mucho tiempo. Tenemos que ponernos al día. — informó Changbin, sin saber que Felix se acercaría a abrazar a Chan con movimientos cuidadosos. — Bueno . . . Lixie, habla.

— Oh, sí — rompió el abrazo, evitó ponerse nostálgico e incluso sensible con la situación y comenzó a decir — Bueno, hice lo que tenía que hacer para que los adultos comiencen a buscarlos bien, para que estén atentos y por todas partes. Sabrán que fueron las hadas, así que estarán cerca del campo de lirios. Deben aprovechar eso para encontrarlos más rápido cuando salgan de aquí y así puedan regresar a casa.

— El anuncio ha sido pospuesto. La idea original era usar el día de la ceremonia de la luna de sangre, pero gracias a Felix ahora sabemos que la gente de nuestra tribu estará en peligro si no se van hoy. — Changbin explicó con mayor precisión la situación.

— La tribu Osiarap tiene planeado comenzar a buscarlos en la mañana, así que debemos irnos esta misma noche. — indicó Lix ante la atenta mirada de Chan, quien asintió, y no porque estuviera seguro de que todo saldría bien, era más que todo porque confiaba en ellos, y aunque muriera, deseaba seguir confiando en las personas que amaba y que nunca dejaría de amar. — A Jisung no le pasará nada porque está bajo protección del emperador, y en cuanto esté apto, Changbin y yo nos encargaremos de él.

— ¿Apto? . . . ¿Le pasó algo a Jisunggie?

Changbin y Felix se miraron entre sí. Minutos antes habían acordado no decirle nada sobre ello para no alterarlo, pero cuando llegara la noche y el momento del escape se habría dado cuenta, así que era mejor en ese preciso segundo.

— Recibió un castigo . . . Y el emperador mandó a matar a los agresores y a los testigos cuando se enteró. — contó Bin, notando la sorpresa en la expresión de Chan. Él había actuado de la misma forma cuando lo supo. — No sabemos por qué lo aprecia tanto, pero supongo que es algo bueno, ¿no?

— Oh — el mayor de los tres hizo memoria. El primer día ahí, en esa mesa, Jisung les dijo algo sobre su relación con el emperador. — Jisung . . . Es la reencarnación del ser amado de ese emperador.