Tienen prohibido acercarse al campo abierto, tienen prohibido tocar los lirios, tienen prohibido subir las escaleras, pero todo esto lo hacen juntos, porque juntos están dispuestos a arriesgar su vida con tal de encontrar a sus amigos desaparecidos...
Hada y humano cayeron directo al agua de aquel lago; al zambullirse sus cuerpos fueron arrastrados por las corrientes que la cascada creaba, y tanta fue la fuerza que terminaron por soltarse, se perdieron entre sí y tuvieron que llegar a la superficie por su cuenta. Cuando Hyunjin tomó una bocanada de aire en donde el agua se encontraba reposada, comenzó a buscar con desesperación a Seungmin, pero pronto lo vio siendo sujetado por dos ninfas en medio del lago.
— Hay que hablar. — dijo apresurado mientras extendía su brazo en su dirección, sintiendo su mentón rozar la superficie del agua, cuando casi toda la boca de Seung se encontraba dentro, y si tan sólo lo hundían unos centímetros más, podría ahogarse. — ¿Dónde está Karina? ¿Ella-
— Hablarás conmigo, hada. — manifestó una voz alta y firme a sus espaldas, cuestión que le hizo darse vuelta lo más rápido que pudo. — Le juré a Karina que los mataría. Sólo los estaba esperando, así que ese humano y tú-
— ¡Hay que hablar! ¡No pueden hacer esto!
— ¡¡Casi asesinan a la principal protectora de la Cascada de Cristal!!
— ¡¡Sin este humano no habrá cascada que proteger!! — vociferó sin más y en el momento justo. La ninfa de cabello corto y negro se quedó pensando en sus palabras, queriendo encontrarle sentido o para decartarlo como una simple mentira. — Nuestro mundo comienza a debilitarse . . . Lo necesitamos. — y aunque no daba mucha más información, Seungmin supo que ellas no la necesitaban, que todos ahí sabían a qué se refería, que no era un tema nuevo. Las ninfas lo miraron, esta vez no como a un premio, sino como a una persona. — Es uno de los cuatro humanos del sueño hecho profecía . . . Pero también es el descendiente.
— ¿Por qué no dijiste eso desde un principio? — cuestionó la ninfa con recelo. — ¿Por qué simplemente atacaste?
"Porque no quisieron darme lo que necesitaba".
— Pido su perdón. Las cosas se salieron de control. — respondió con tono ameno y una expresión sosegada. — Si nos lo permiten, nos iremos sin causar más problemas.
— No.
— Pero-
— ¡Eso lo decidirá nuestra ninfa alfa! — exclamó con voz potente, señal que sirvió para las otras centinelas, quienes se hundieron en el agua y jalaron de las extremidades a Seungmin, el cual casi no tuvo tiempo para tomar aire, pero ahora se encontraba con dirección a las profundidades del lago.
— ¡¡Seungmin!! — gritó Hyunjin con desesperación, pero cuando estuvo a punto de zambullirse, la ninfa le dio un tirón a su ropa.
— ¡Y ni intentes ir por él! Si dices la verdad, Karina lo va a liberar. — aseguró con firmeza. — Sin embargo, si mientes, estás condenado, hada.
— ¡Yo mismo lo besé! ¡Ustedes no tienen forma de saber si digo la verdad o no!
— Nuestra ninfa alfa lo sabrá . . . Si lo mira bien, verá a Adis Par en él . . . La verá . . .
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