XXVI

361 49 4
                                    

No se separó del menor hasta que se aseguró de que se encontraba completamente dormido, se levantó con cuidado y camino hacia la cocina en busca de algo para beber.

—¿No te han dicho que es de mala educación entrar a escondidas? — El albino ni siquiera se había inmutado al ver a Rich allí—

—Jo, no me seas capullo— Se levantó, desperezando las piernas después de esperar por demasiado tiempo—

—De verdad pensaba que ibas a tardar un poco más— Siguió ignorándolo mientras rebuscaba en algunos cajones—

—Pero me esperabas— No necesitaba verlo para poder adivinar la sonrisa que tendría en su rostro— ¿Lo has llevado de paseo? —

—Sí, quería hablar con él, ¿Sabes? — Se resignó a no encontrar nada y volteo a ver al azabache—

—¿Cómo está él? — Se mantuvo a su lado mientras caminaban hacia la entrada— ¿Qué paso? —

—Solo malos recuerdos— Musito mientras salía, al notar que no le seguía, hablo— ¿Te vienes? —

—Claro, solo me sorprende que me invites a esto— Se apresuró a alcanzarlo—

—Ñe— Le dio un ligero codazo— Lo dices como si nunca me hubieses acompañado—

—Ya, pero siempre me hace ilusión— Ante sus palabras compartieron una sonrisa—

—¿Qué opina Farfa sobre lo que paso? — Aquello le tenía algo inquieto, podía hacer conjeturas sobre ello, pero no eran más que eso—

—Ni que lo digas, ha sido un dolor de cabeza todo el día— Aquello lo inquieto— No solo él, sino Cris también—

—Que se quedaron ambos contigo— No pudo evitar que una sonrisa burlona se posicionara sobre sus labios imaginando la escena—

—¡Si! —Dejo escapar un suspiro cansado— Ahora Maldito se quedó con ambos y se los queda mañana también—

—¿Pero qué fue lo que te hicieron? — Aquello ciertamente lo divertía, quería saber cuál era el infantil motivo detrás de toda la indignación de su amigo—

—Se la pasaron toda la tarde haciéndome preguntas— Levanto la mano para comenzar a enumerar— Que si Conter esto, que si Conter aquello, y yo ya les había dicho que mañana nos pasábamos a verlo—

—Venga ya, que solo eran preguntas, no era para tanto— Ante sus palabras, la mueca de indignación creció en el rostro del contrario—

—¿Qué no era para tanto? — El albino se mordió el labio, intentando reprimir una risa— Pero vamos a ver, tío, que las preguntas eran cada dos minutos, que me he quedado sin respuestas—

—Joder, sí que han hecho un buen trabajo, que para dejarte sin palabras— No consiguió reprimir la carcajada mientras el contrario le propinaba una colleja— Vale, vale, no te enojes, que se te erizan las plumas—

—No, al que se les erizan es a ti— Al notar su expresión enfurruñada, el más alto simplemente acaricio sus alas para alisarlas—

—Pero como los has visto, no sé tío, dime cosas —Al notar la mirada de reojo del contrario, desvió la mirada—

—Vale, ya te entiendo— Le paso el brazo por los hombros mientras acercaba al albino— No pienses cosas raras, estaban preocupados, pero no pensaron nada malo—

—Está bien, me calmo, es solo que Conter estaba preocupado por eso, es todo— Cuando volvió la mirada, al contrario, no pudo evitar arrugar la frente ante su expresión— ¿Qué? —

Cuervo albino •EliteCraft•Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz