XXV

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Cuando acepto la propuesta de Farfadox sobre reunirse con los demás aprendices, no contaba con algunas cosas, la primera que Killer aceptase aquello con tanta facilidad y la segunda, que la reunión fuese tan solo dos días después.

Ahora se encontraba sentado sobre un cojín con personas a su alrededor que lo observaban con curiosidad, se removió incómodo y maldijo internamente a Killer, sobre todo a Rich que había sido el culpable de que el albino aceptase probablemente.

Dos rostros desconocidos le observaban, uno algo más estoico y otro mucho más expresivo, casi inconscientemente inclino su cuerpo ligeramente hacia Cris.

—Dale, ya lo convencí ¿No van a decir nada? — La voz de Farfadox ocasiono que las miradas se desviasen de él por al menos unos segundos—

—Vale, me llamo Rubik y él es Shadoune— Menciono el rubio mientras señalaba al infante de mirada plomiza—

—Conterstine— Respondió el albino, sintiendo la necesidad de responder—

—Anda, si habla—

—¡Te vi en la tienda de Ceci! — El pronunciado acento del menor llamo la atención del albino—

—Si, lo recuerdo— Musito desviando la mirada—

Un silencio algo incómodo se extendió entre ellos, ninguno sabía muy bien que decir, tenían muchas preguntas guiadas por la curiosidad y temían cruzar la línea siendo impertinentes.

Tanto para Rubik como para Shadoune era algo extraño, según las palabras que habían dicho en su momento los hermanos, era una persona bastante irónica y algo mordaz en momentos.

Pero ahora no veían más que un chico incómodo desviando la mirada a cualquier parte de la habitación antes que verlos directamente, se aclaró garganta y decidió actuar.

—Conozco a Killer— Una sonrisa asomo en sus labios mientras el albino parecía confundido—

—¿Tu maestro es su amigo? — Intento no verse demasiado aburrido, pero al parecer todos quienes conocían al más alto debían conocerlo a él—

—Sí, es parecido a ti—

—Obvio que se va a parecer— El de cabellos rosáceos lo atrajo tomándolo por los hombros— Son los únicos albinos del distrito—

—Creo que no se refería a eso— El rubio asintió ante las palabras de su compañero—

—Ah, ¿Vos decís que es porque son callados? — Ante ello el albino le dedico una mala mirada—

—No somos aburridos— Siseo mientras suspiraba, resignado—

—No dijimos eso— Una risita se asomó en el de mirada plomiza—

—Farfa cállate— El mencionado dejo escapar la risa ante ello mientras lo zarandeaba—

—¿Ven? Les dije que no mordía—

Y de aquella manera tan particular habían comenzado a hablar casi sin detenerse, el albino intentaba participar, pero siempre terminaba optando por simplemente escuchar.

Aunque en más de una ocasión se había visto obligado a participar ante la insistencia de los hermanos, intento sentirse tranquilo, pero no estaba acostumbrado a entablar conversaciones sin tener al mayor a su lado.

Se encontró analizando a los contrarios, conocía medianamente a los hermanos, pero los dos nuevos aditivos lo desconcertaban ciertamente, no podía comprenderlos y temía no agradarles.

Aunque intento convencerse de que no era así, puesto que constantemente intentaban incluirlo en la conversación y hacer que participase.

Su atención se interrumpió ante un repentino sonido, ignoro la conversación actual y giro la cabeza de donde creía haber escuchado la melodía.

Cuervo albino •EliteCraft•Where stories live. Discover now