XII

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—Sabes, podías simplemente admitir que habías olvidado el compromiso— Menciono a pocos minutos de llegar a la morada del azabache—

—No lo olvide— Insistió, a sabiendas de que probablemente Rich ya había notado su engaño—

—Si insistes— Había murmurado divertido, decidió no responder a la provocación, por el contrario opto por picarlo un poco—

—¿Camelias?— Pregunto por el ramo que llevaba entre los brazos—

—Me parecieron bonitas— Respondió, aunque había algo en el tono que no podía identificar— ¿Sabes que significan?— El brillo en los ojos del azabache relucían, noto que había algo oculto, por supuesto que sabía su significado—

—La verdad no— Murmuro mientras de pronto deseo no haber preguntado, había caído en algún juego que traía el azabache—

—Es una lástima— Hablo, marcando el fin de su conversación—

No dijeron nada más, su recorrido fue pacífico mientras disfrutaban en silencio de la compañía del otro, el albino podía visualizar la morada del más bajo, la tensión había comenzado a manifestarse, se reprendió mentalmente por permitir que un niño le pusiera tan nervioso, aunque rápidamente se percató que no era por él, era por Conterstine.

En silencio avanzaron hasta la entrada, descalzaron mientras los posibles resultados del encuentro se alojaban en la mente del albino, el azabache se adelantó, ingresando mientras anunciaba su llegada.

—Estoy en casa— Hablo, obteniendo silencio como respuesta— Farfa por favor— Murmuro mientras el albino lo había alcanzado—

Le siguió, aunque realmente conocía a la perfección la vivienda de Rich, casi como la suya propia, deslizó las puertas corredizas, revelando en su interior a un joven cuervo quien dormía plácidamente en su futón, se veía tan pacífico que casi lamento cuando el azabache lo despertó con un tirón de orejas.

—¿¡Qué te pasa!?— Casi grito el infante, al levantarse apresuradamente masajeando la zona herida—

—Te había dicho esta mañana que debías estar listo— Menciono con una sonrisa algo maligna— Así que prepárate, porque saldremos—

—¿Y este quién es?— Había preguntado, advirtiendo la presencia del albino, notando el extraño acento que teñía su voz—

—Él es Killer e iremos a conocer a su aprendiz— Se tomó algunos segundos antes de añadir— Demuestra respeto— Le había regañado—

Ambos salieron de la habitación, dejando atrás los murmullos y las quejas del infante, llegaron a la salita donde normalmente compartían su tiempo ambos jóvenes, el albino aun algo sorprendido por lo que acababa de presenciar, no había tenido ese tipo de problemas con el albino más joven, siendo que este solía ser bastante independiente.

Mientras tanto, observaba como Rich se movía mientras dejaba el ramo en un florero, sin duda era una vibrante mancha de color, resultaba agradable, no tardo demasiado en que él menor se hiciera presente, se veía bastante más arreglado, y cuando se acercó pudo ver algunas gotas aun cayendo de su cabello.

—Bueno, ya podemos irnos— Menciono mientras se encaminaban hacia la entrada, el albino veía de reojo al joven cuervo, tenía una postura bastante desenfadada y no parecía tener grandes problemas con su naturaleza, ni siquiera estaba seguro de si al más joven le importaba—

Ninguno dijo demasiado durante el trayecto hacia el hogar del albino, nada más allá de preguntas triviales y a pesar de que sentía curiosidad por la peculiar personalidad que poseía, no hizo ninguna pregunta demasiado arriesgada, decidió esperar.

Cuervo albino •EliteCraft•Where stories live. Discover now