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—No puedo creer que estés haciendo esto.— me quejé.

Una carcajada escapó de sus labios, dejando una sonrisa ladina en ellos.

—¿Haciendo qué Di?—. Interrogó Jess, mientras caminaba más lento.

La tomé de la muñeca, deteniéndola, inmediatamente su rostro se encontró con el mío. Jess ya no sonreía, en su lugar me miraba con el ceño fruncido.

—¿Hola? Melody, tenemos que saber quién entregó esa nota.—Apreté los labios, yo también quería saberlo, mas no podía.

—Si él descubre que hice trampa, jamás lo encontraré Jess.— titubeo un momento, para luego negar de nuevo.

—Es absurdo.

¿Era absurdo? Estábamos detrás de un jodido bote de basura, espiando a un tipo con sudadera que se veía sospechoso. Y por sospechoso, nos referimos a que tenía la capucha y auriculares puestos.

Reí.— Lo que es absurdo es que estaremos escondidas detrás de un bote de basura.

Arrugó la nariz al darse cuenta de que tenía razón, estábamos detrás de un enorme bote de basura, y olía del asco.

Solté un suspiro sacando con cuidado la nota, para leerla igual a las últimas veinte veces.

"Las estrellas brillan buscando a su par, dime dónde se encuentra la estrella que guía al mar.

Si no supiste dónde es, no eres mi estrella, y si sigues leyendo, qué linda sonrisa tienes pequeña, sabía que no sabrías. Bienvenida al principio del laberinto estrellita.

¿Te gustan los árboles? A mí me encantan, disfruta el paisaje, y encuentra la otra nota.

Me mostraste tu lugar especial, ahora te muestro el mío"

Suspiré frustrada, incluso me la había aprendido de memoria, ¡incluidas sus rimas!

Levanté la vista en busca de algo extraño, fuera del chico que teníamos tiempo acechando. Un pequeño reflejo me llamo la atención, tome la muñeca de Jess y comencé a caminar sin dejar de mirarlo.

—¿A dónde mierda me llevas?— cuestionó ahogando un grito de asco, al pisar lodo.

—Veo algo.

—Todos vemos algo Melody.— a mis espaldas Jess arrugaba la nariz con asco en cada paso soltó un pequeño gemido.— Y lo que yo veo es lodo asqueroso en mis tenis blancos

—Se les quitará, deja de quejarte.

Continué caminando, ignorando sus quejas, el destello ya no se veía como eso, estábamos tan cerca de él, que pude darme cuenta de que se encontraba sobre una piedra pequeña, y lo que causaba el reflejo era un viejo anillo que asimilaba una enredadera con una nota dentro de él.

¿Lo había hecho? ¿Ya estaba? ¿Tan fácil?

Tome el anillo con la nota, mirando a todos lados, pero no había nada, lo único que nos rodeaba eran enormes árboles, mire hacia arriba con una sonrisa, casi no se podía apreciar el cielo, era un lugar precioso.

Sí que era especial.

Me tomé un momento para admirar todo, ese pequeño espacio que era suyo, y ahora era nuestro.

Saque la nota del anillo, sin prestarle mucha atención al mismo.

«Me encontraste.

Bien hecho, la verdad es que sé que querías hacer trampa estrella. Ni te sorprendas, te conozco perfectamente, sé que estuviste vigilando a un chico.

Te veo en mis...¿sueños?Where stories live. Discover now