02

498 40 7
                                    

Siento el sudor bajando por mi espalda, mis piernas duelen, pero no puedo parar de correr, su mano jala la mía.

Una sensación cálida invade mi pecho al escuchar su risa, podría seguir corriendo solo por estar con él, y escucharlo reír de esa manera.

—Melody...—. suspiró, no podía verlo, pero sabía que sonreía, podía imaginarlo sonreír.

Quería verlo, necesitaba ver su rostro...

—¡Carajo Melody! ¿Qué no conoces el despertador? Esos que te levantan, ¿no?

Caí de la cama a causa de los gritos, no podía estar más decepcionada, ¿por qué los padres siempre llegan en el peor momento? En serio, parece planeado.

—Despiertan, no levantan—. murmure mientras me levantaba adolorida del suelo.—¿No encontraste otra manera de despertarme?

Cuando no obtuve respuesta alguna, levanté la vista y ella se había ido.

Por azares del destino, mi cerebro reaccionó, miré al reloj de la mesita.

¡¡Demonios!!

Faltaban 20 min para entrar, era momento de correr o morir.

Me vestí lo más rápido que pude, con una sudadera grande y vieja, un pants enrome, tomé mis cosas saliendo corriendo de casa recogiendo mi cabello en una coleta despeinada.

Evitando verme al espejo, sabía que mi atuendo era horrible.

Demonios Di, no llegarás.

Apenas puse un pie dentro de la mismísima cárcel llamada preparatoria, mis piernas decidieron fallarme, justo a tiempo.

Agradecía que fuera hasta ese momento.

Las sentía de gelatina, definitivamente debería hacer más ejercicio.

Me levante corriendo directo a mi casillero por los libros, y aun así iba tarde, por 3 minutos.

Abrí la puerta lentamente, rezándole a los dioses que no hubiera ningún maestro, y por primera vez me escucharon.

—¿Qué demonios te pasó Shelb? —. la confusión en el rostro de Luke era evidente, y a su lado Dallas me miraba divertida.

—Me pasó que justo el último día, mi cerebro decidió dejarme dormir por unas horas más y vine corriendo desde casa—. respondí apenas y me senté frente a ellos.

—Eso explica tu facha de vagabunda.

Estaba por responder, pero el infierno, llamado clases comenzó.

Era la primera hora, y tocaba Artes, comencé a aburrirme, el reloj en verdad parecía avanzar demasiado lento; creí que por ser el último día avanzaría más rápido, pero no lo hacía. Escuchar por dos horas sobre arte a las siete de la mañana no era la mejor manera de comenzar un día, y mucho menos el último día.

El cielo se abrió ante nosotros, y nos dejaron salir 1 hora antes, cuando mis ojos comenzaban a cerrarse; la mayoría tomo sus cosas y salieron corriendo, no pude evitar sonreír, haría eso sino fuera por el hecho de que la comida de la cafetería era como vomito, asquerosa y pastosa.

—Vamos Di—.me apuró Dallas desde la puerta—. Quiero ver a Luke humillándose—. solté una pequeña risa, recordando el motivo por el que quería ver.

Que sólo pasaría si lo rechaza, y nunca había pasado, pues con solo sonreírles caían rendidas a sus pies, pero según Luke ella era diferente.

—No deberíamos ser así con él, es nuestro amigo Dallas—. tomé mis cosas y la seguí fuera del salón.

Te veo en mis...¿sueños?Where stories live. Discover now