Un sueño más.

99 19 13
                                    

Mi corazón se detuvo por un segundo, me pellizqué el brazo para comprobar si no era un sueño, el dolor punzante en él me demostraba que no era un sueño.

¿Cómo había llegado aquí?, ¿estuvo en mi clase todo el tiempo?, ¿por qué nunca lo vi?

Me invadían un millón de preguntas, mas ninguna era capaz de pronunciarla, solo podía mirarlo. Estaba ahí, con su cabello rizado, sus ojos marrones, su espalda ancha y ese peculiar olor a mar. Era Fran. Mi Fran.

—Estrellita.— su voz se escuchó como un susurró ronco, que causo que mis piernas temblaran.

Aún estando a distancia, el escucharlo y saber que era real, causaba que cada una de mis hormonas bailaran de felicidad, sentía un estallido de emociones dentro de mí, que ni siquiera era capaz de nombrar.

—Fran...— Fue lo único que mi cerebro pudo formular, no era capaz de pensar o decir otra cosa que no fuera su nombre.

—Estás aquí.— Él tampoco se había movido, solo está ahí, hablando desde el otro lado de la cafetería.

—Eres real.

Una suave risa escapó de sus labios, causando que otra oleada de emociones recorriera mi cuerpo, erizando mi piel.

—Ahora que te veo, creo que te queda pequeño el decirte estrella.—dijo mirándome anonado, comenzando a caminar hacia mí.

Nublando casi todo pensamiento racional de mi cabeza.

—No entiendo, ¿por qué dices eso?.— interrogue algo pérdida.

¿Por qué me quedaría pequeño?

No hubo respuesta de su parte, solo una pequeña sonrisa surcó sus labios.

Que provocó que mi respiración se cortara un segundo, ¡su sonrisa era aún más hermosa en persona!

Estaba comenzando a impacientarme al no tener respuesta, solo caminaba con esa sonrisa estúpida en su rostro.

Se detuvo frente a mí, sin decir nada. Una mínima distancia nos separaba, la cual con cada nanosegundo que pasaba, me veía más tentada a eliminar.

—Eres más brillante y hermosa que una estrella, créeme que eso es casi imposible, deberías sentirte honrada.— respondió mirándome a los ojos, causando que me perdiera en los suyos.

Sus ojos tenían ese brillo cautivador de siempre, solo que en esta ocasión era algo diferente, más íntimo, especial.

Sentí mis mejillas arder y me detuve al estar por tocarlo, ni siquiera había llegado a hacerlo y estaba temblando. Antes de que pudiera dar un paso atrás, para poder mantener la cordura, su mano tomo la mía. Enviando escalofríos a todo mi cuerpo.

—¿No dirás nada? Vaya, soy realmente atractivo si te deje si habla al verme.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, marcando esos hoyuelos perfectos.

Estaba perdida, abrí la boca y la cerré de nuevo al no tener nada que decir, no podía articular nada realmente coherente.

—Esperaba un comentario algo borde Melody, parece que no tienes imaginación en persona, que decepcionante.—dijo alejándose de mí, hacia la puerta.

Apenas hacerlo, sentí el aire llegar a mis pulmones.

—Idiota.—murmuré bajo

Por un instante, pensé que no me había escuchado, hasta que se giró y su mirada brillaba con diversión.

—Creo que esa no era la palabra, probablemente guapo, perfecto, hermoso o alguna de esas.— su sonrisa creció al ver mi mueca.

—No lo creo, tampoco es por tanto.

—Te dije antes que las mentiras eran malas.— susurró. 

Espera, ¿qué? ¿En qué momento?

—No lo recuerdas.— afirmó al ver mi rostro.

—Te ves algo decepcionado por eso.—apretó los labios y asintió.

Incluso parecía algo triste, ¿qué era eso que estaba olvidando?

—Sabes leer bien las expresiones.— no sabía, solo sabía leerlo a él.

No supe qué decir al respecto, así que me limite a mirarlo, o se podría decir ¿admirarlo? Aún no podía asimilar que estuviera frente a mí, que fuera real.

Pero entonces, que estuviera aquí, significaba que él siempre estuvo cerca, ¿no es así?, entonces, ¿por qué nunca lo encontré?

—¿Por qué nunca supe que estudiábamos juntos?— su ceño se frunció, confuso.

—¿De qué hablas Melody?

Apenas decirlo, sentí toda mi sangre abandonar mi cuerpo.

—¿De qué hablas tú?

Esperaba que me diera una sonrisa, y me dijera que me estaba vacilando, pero no lo hizo.

Me dio una sonrisa triste, y salió por las puertas de la cafetería.

Oh no, no puede irse sin darme respuesta, ¿quién se creía?

—¡Espera, tienes que explicarlo!— exclamé corriendo detrás de él.

Apenas lo alcancé, me abracé a su espalda inhalando su aroma.

—No quiero que te vayas, solo necesito entender.

—Lo harás, pero todavía no es tiempo.—su voz salió en un susurró.

—¿Y cuándo será?.— el tono de mi voz se escuchó más urgente de lo que esperaba.

—No lo sé, pero sé que ahora no.—dijo cortante.

—No me dejes.—pedí con mi cara enterrada en su espalda.

No quería que se fuera, no ahora que lo había encontrado. Y obvio, sin tener respuesta, ¿acaso creía que era lo mejor irse así? Parecía que huía.

No hubo respuesta de su parte.

—Que asco, está babeando.—Una voz familiar llegó a mis oídos.

Me separé de él confundida, ¿qué estaba pasando?

—Déjala Luke, no ha dormido mucho.

Busque su mirada, pero nunca la encontré, seguía de espaldas a mí.

—Jess, la clase está por iniciar.

Por primera vez, me miro.

—Recuerda que el tiempo es complejo y que estamos en un laberinto.

Una mano tomó mi brazo y me sacudió lentamente.

Abrí los ojos, con el corazón acelerado.

—¿Dónde está?—Interrogue.

Mi mirada recorrió el aula, que para mi sorpresa estaba casi vacía. Frente a mí, estaban Jess y Luke, mirándome preocupados.

Y comprendí todo. Debí darme cuenta antes, desde lo de Jonah, lo de la cafetería, incluso el que él estuviera ahí.

Era otro sueño. Nunca me había despertado.

Y había sido el más cruel.

~°~
Me encanta el drama verdaderamente jaslahd

¿Cayeron?

También pido disculpas, no se por qué motivo aparece el capítulo 9 movido, lo estoy intentando arreglar pero siempre se mueve:(( pido perdón.

Con mucho amor, Anne.

Te veo en mis...¿sueños?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora