Illegal 🔫 Karma Akabane

🔫 20

[Día siguiente]

Itona llegó a clases ese día, siendo animadamente saludado por Maehara y luego Kurahashi, a quienes se encontró en el camino; al llegar al salón y abrir la puerta, Koro-sensei lo saludó:

– Buenos días. ¿Cómo te sientes el día de hoy?

– Terrible, ahora que perdí mi poder. Pero ya no me siento débil –lo señaló.– Al final, te asesinaré, Koro-sensei.

El profesor rió. El albino ingresó al salón, dejó su bolso en el pupitre que le correspondía, y giró hacia el grupo de idiotas.

– Oye, Muramatsu, no tengo dinero. Intentaré no vomitar, así que dame un poco de ramen.

– ¡¿Ahhh?! –exclamó Muramatsu, ofendido.

Terasaka lo miró con sorpresa, mientras Yoshida sonreía y Akio se carcajeaba.

Tn y Karma intercambiaron miradas, sonriendo.

[Sábado]

[Residencia Akabane]

– Karma, en serio, ¿Qué planeas?

– ¡Ya verás!

Karma ingresó a la sala y dejó sobre la mesa de centro una enrome bolsa de una tienda de disfraces y una cámara profesional. Tn abrió los ojos como platos, comprendiendo de inmediato qué era lo que su novio planeaba ese día.

– Oh, no...

– Oh, sí –sonrió.– Vamos, no seas mala. Será divertido –tomó la cámara.– Incluso compré esta cámara para que las fotos salgan bonitas.

– Pero...

– Mira –dejó la cámara y abrió la bolsa.– Comenzaremos con estos –sacó dos disfraces, sonriendo.

Las mejillas de la chica se enrojecieron mientras sus ojos se abrían como platos; uno de los disfraces era un vestido de novia y el otro de "conejita".

– K-Karma... –tartamudeó.

– Dijiste que te irás en marzo y no vamos a casarnos, así que al menos vístete de novia para mí ahora.

– Eso es chantaje.

– Y el otro es para nuestra luna de miel, será el más divertido.

– ¿Qué?

– Vamos, te prepararé ese postre que te gusta, lo prometo.

– ...

– Por favor...

Ella suspiró, rodando los ojos.

– De acuerdo.

– ¡Esa es mi chica! –sonrió. Ella rió.– Puedes cambiarte en mi cuarto.

– Te detesto, mucho.

Tn se levantó, tomó la bolsa y subió hacia el cuarto de su novio.

[Cuarto de Karma]

Tn dejó la bolsa sobre la cama y sacó el disfraz de novia; disfrazarse no era algo nuevo, lo había hecho para algunos trabajos, pero jamás se vistió de novia.

Se quitó la ropa que llevaba, dejándola en la cama con cuidado de que no se arrugue, y se vistió con aquel; la tela no era tan mala ni barata como creía, de hecho era bastante buena. El vestido era de falda corta a la mitad de sus muslos, sin mangas y escote de corte profundo, en su cuello se puso un collarín que parecía el cuello de una camisa, largos guantes y calcetas blancas hasta arriba de las rodillas.