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[Día siguiente]

Akio despertó, soltando un quejido y llevando una mano a su frente notando que ya no tenía fiebre, pero se sentía bastante sediento; giró la cabeza, y sonrió al ver a su hermana aún junto a él. Habían dormido juntos, no querían separarse.

– ¿Sákira...? –murmuró.

Tn abrió los ojos con pereza al oír la voz de su gemelo, giró la cabeza para mirarlo, y esbozó una sonrisa.

– Sándor... –se incorporó.– ¿Jól vagy? (¿Estás bien?)

– Igen –sonrió. (Sí)

Ella tomó aire y se lanzó sobre él, para abrazarlo con fuerza. El chico rió y correspondió.

– Los gemelos Herczeg somos invencibles.

– E inmortales.

– Todavía tenemos que cumplir con el trabajo.

– Ir a nuestro viaje de cumpleaños con Tib.

– Ver a los nonni en Roma.

– Y llevar a cabo nuestros objetivos.

– Sí –asintieron a la vez.

Ambos se separaron, para mirarse y reír. La puerta se abrió de pronto, llamando su atención; era su madre, quien vestía una blusa blanca y una larga falda abierta a un lado y de liviana tela color rosa pálido.

– Mis copias... ¿Se encuentran mejor?

– Mucho –sonrieron.

Atsuko tomó aire, con sus ojos cristalizándose, ingresó a la habitación cerrando la puerta a sus espaldas, y se acercó a la cama; subió sobre ella, levantó los brazos, y abrazó con fuerza a sus hijos. Antes de que alguno de los dos pudiese decir algo, oyeron un sollozo venir de la boca de su madre; intercambiaron miradas, sonrieron, y correspondieron a su abrazo.

– Estamos bien, mamá.

– Te preocupaste demasiado.

– L-Lo sé...Es un alivio... –sollozó.

La mujer comenzó a llorar en silencio ante el gran alivio que sentía por ver a sus hijos completamente recuperados. Tn y Akio rieron, una pequeña risa de la ternura que les generó su madre.

[Playa]

Todos salieron del hotel resort, vistiendo sus uniformes azules de educación física, para ver toda la operación que el Ministerio de Defensa estaba llevando en el océano para cuando Koro-sensei regresase a su forma normal. El cielo estaba anaranjado y el sol bajaba para ocultarse, la Clase E había dormido bastante.

Por su parte, Karasuma estaba haciendo su trabajo, guiando toda la operación, y Atsuko e Irina estaban sentadas en unas reposeras, tomando sol, bebiendo un cóctel y leyendo revistas, la de cabello rosa vestía todavía la ropa que se puso en la mañana y la rubia estaba en traje de baño.


– ¡Bueno días! ¿O debería decir "buenas tardes"? ¿Te sientes mejor?

– Sí, gracias –sonrió.

– Veo que todos están usando su uniforme deportivo.

– Somos los únicos huéspedes, y son cómodos.

– Y sería cruel tener que planear otro día completo de atuendos.

– ¿Qué cosa? –cuestionó Nagisa, algo incrédulo.

– Entonces, ¿Koro-sensei está ahí?

– Sí. No es como que vaya a funcionar, pero está ahí encerrado para que podamos asesinarlo cuando regrese a su forma normal. Karasuma-sensei ha estado haciéndose cargo sin descansar.

Illegal 🔫 Karma AkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora