EFILIO

ACTO III (Veinticuatroava Escena)

Escena XXIV: La infancia de Mutilo Lonte Lujito en la sala de estar

Fecha: 17 de julio del 2022 (Noche)

Personajes:

· Ferla Irkella Buntu

· Mutilo Lonte Lujito

· Irjero Gunte Linto

· Kirtena Oredo Kirte

Lugar: La sala de estar de Efilio

(Descripción del lugar: La sala de estar de Efilio es un espacio amplio que consta de las siguientes características. En el lado izquierdo, se observa un mueble rojo y una mesa negra que contiene una lámpara apagada. En el lado derecho, se observa una gran mesa de vidrio y una ventana que se ubica detrás de la mesa. El ambiente se halla iluminado, pues es de día. La ventana se encuentra abierta. En esta ocasión, se halla una escoba de madera, un recogedor y una palanca para desatorarla.)

(Se abre el telón)

(Ingresa Ferla Irkella Buntu caminando al escenario por el pasillo izquierdo)

(Ingresa Mutilo Lonte Lujito caminando al escenario por el pasillo derecho)

Ferla: (cordial) Mutilo, llevas tanto tiempo pensando en tu infancia que ni siquiera deseas tener algún recuerdo de tu pasado. Siempre intentas que las personas regresen a ti de alguna forma. No hay que mostrar rudeza. Ya les recomiendo que nosotros estemos completamente preparados para tener un poco de prudencia.

Mutilo: (malvado) Ferla, ya te digo que mi infancia fue infeliz, porque tuve que empezar a trabajar desde que tenía siete años. Tuve que empezar a barrer desde los nueve años sin jugar o disfrutar mi etapa de niño. Siempre estuve atado a los mandatos de mi madre. Es impresionante cómo nosotros vamos a tener preocupaciones por encima.

Ferla: (cordial) Mutilo, has sido un pésimo tío, porque siempre te has encargado de mantener dependiente a mi hijo de alguna forma. Nunca te cansaste de hacerle la vida imposible a mi hijo. Ya verás que todo tiene consecuencias, porque nadie se mete con mi hijo. Ya es de noche y debemos cenar antes de que venga mi hijo.

Mutilo: (malvado) Ferla, ya te recuerdo que yo me encuentro totalmente satisfecho con lo que he realizado. Cuando tenía siete años, mi madre me dio una paliza tan grande que mi cara estuvo roja por la sangre que salía. Fue horrible, pero eso me enseno que el cariño no vale nada y no debo entregar aprecio a ninguna persona.

Ferla: (riéndose) Mutilo, eres un hombre que normalmente no actúa de una forma correcta. No es conveniente que empecemos a tener un poco de tiempo extra. Ya te digo que nosotros no merecemos tener una tarde arruinada, porque no merezco que mi hijo se encuentre sufriendo. Es primordial que seamos realistas en todo momento.

Mutilo: (malvado) Ferla, recuerda que mi hermano se encuentra muerto y tú debes empezar a quererlo de igual manera. No hay forma de ser más estúpida que la de Efilio. Ese sobrino mío es un malagradecido, porque no agradece el cariño que le di desde que era un niño. A mí nadie me otorgó aprecio ni siquiera mi hermano lo hizo.

Ferla: (agradecida) Mutilo, eres un villano auténtico. Te has dignado a admitir lo mucho que has cambiado. Ya te digo que yo no merezco tener algún tipo de conflicto personal. Además, no creo que tengamos algún tipo de distracción por parte tuya. No es indispensable que alguien te responda de una forma apropiada.

Mutilo: (malhumorado) Ferla, lo más importante es que yo me encuentre listo para enfrentarme ante mi sobrino. Efilio es un chico que no conoce lo que hay detrás de mi comportamiento. Es bueno que nos encontremos listos para poder tener algún tipo de recuerdo. No puedo creer que seas tan tonta, Ferla. Piensa un poco más.