Se quedó en silencio y podía sentir sus ojos sobre mí.

¿Sabes? — comenzó. — Podría hacer una tarta de manzana con esto, ¿eso te levantaría el ánimo?

— No sé a qué te refieres.— tomé un sorbo de mi taza.

Amy, cariño, yo seré más vieja, pero no soy tonta.— soltó.

Levanté la mirada y la mantuve en la suya.

— Nada me pasa

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

— Nada me pasa.

— Tú y yo, tenemos secretos y eso está bien.— habló. — Pero noté esa mirada en tu rostro ayer.— hice un mohín.

— Pues debiste haber visto mal, Carol.— dejé la taza en la isla.— Estaba cansada, eso es todo.

— ¿Qué eres de Duncan? — preguntó directamente y mi corazón se detuvo.

— Lo conocí ayer.— respondí.

— No soy tonta.— repitió. — Déjame ayudarte.

— ¿Quieres ayudarme? Deja de hacer preguntas. — rogué.

— No lo haré.— negó. — Me preocupas y necesito saber qué te sucede.

Pasé mis manos por mi rostro con frustración, apretando mis labios fuertemente y arrugando la tarjeta en mi mano, reprimiéndome. 

— Solo déjame sola, Carol.— quité mis manos y la miré.— Por favor.

La escuché suspirar y seguir en los suyo mientras yo terminaba mi café. El silencio siguió, hasta que dejé la taza vacía sobre el mesón.

— Si esto tiene que ver con el esposo de Raven...—

— ¡Basta, maldición! — golpeé la palma de mi mano contra la mesa.— ¡Deja de decir eso! — mi voz se rompió— ¡Él no es su esposo!

Se quedó en silencio y yo solo sentía el palpitar brusco de mi pulso en mi cuello.

— ¿Qué quieres decir? — murmuró.

— ¿Es lo que querías oír? — pregunté aguantando la tristeza. — Claro que lo conozco.

— ¿Quién es él? — cuestionó y tomó mi mano.

— Es mi esposo.— confesé y su rostro de transformó.— O lo era, yo...Ya no lo sé.

— Oh, nena. — dejó de hacer lo que hacía. — Tú lo buscaste por tanto.

Dejé salir el nudo que se había creado en mi garganta, no pasaron ni unos segundos cuando sentí a Carol abrazarme y acariciar mi cabello. Me permití soltar todo lo que tenía guardado.

— No quiero estar aquí, Carol. — le devolví el abrazo.— No quiero estar en Alexandria.

Sus manos se pasearon por mi espalda, tratando de amenizar mi llanto.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon