CAPÍTULO 20

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Viviendo con miedo

En la actualidad.

Ahora tenía que vivir con los dos en la misma casa, muchas veces deseaba que se largaran a otro lado, si no se largaban lo desequilibrarían emocionalmente, pero él era un intruso en todo caso, los seis meses anteriores había sido fáciles, pero la noche anterior los había visto juntos en la misma cama, por un momento se sintió traicionado, estaba seguro que si lo pinchaban no derramaría sangre de lo molesto que estaba.

—Hola Sergio súbete. Llegaremos tarde.

—Roderi gracias—La chica últimamente lo transportaba para la universidad, ya que ella vivía cerca de la casa de Zamire.

— ¿Por qué tienes esa cara Sergio?

—Nada vale, un problema en la casa. No tiene mucha importancia.

—Si tú lo dices. Pero si quieres hablarlo soy toda oídos —lo miro y sonrió.

—Como decirte que tengo una gran montaña en mi contra, que amo a mi novia y también deseo a Marcos, no tengo con quien hablarlo —observando desde la ventana del copiloto pensaba —Zamire no me perdonara si se entera que tuve algo con Marcos y no le conté, estoy en esa casa viviendo con miedo que pierda mi control de tocarlo, lanzarme a él, besarlo hasta seducir sus sentimientos…

—Sergio llegamos. Planeta tierra llamando a Sergio—sonrió.

El chico mostró una sonrisa —Roderi gracias.

Se bajó, camino hasta el salón, entro a clases con la profesora Sonia. Ya estaban en semanas finales.

***

—Amiga dime ¿Qué es eso tan importante que me quieres contar? —Marcos y Zamire iban camino a la universidad.

—Marcos es algo muy grave, nadie debe enterarse por ahora, pero ya necesito hablarlo con alguien. Voy a explotar —acaricio su cabello.

— ¿Qué paso Zamire? —la miro mostrando atención.

—Marcos cometí una locura.

—Habla pues mujer, me tienes nervioso.

—He estado follando con Roger.

— ¿Qué? De verdad. No te creo.

—Si es verdad. No sé qué hacer porque me enamore de él.

—Zamire estás loca. ¿Cuándo paso eso?

—En noviembre del año pasado, lo hicimos en un salón del segundo piso, desde ese día, hemos estado repitiendo la ocasión, solo nos buscábamos por placer, ya no puedo controlar lo que está pasando.

—Zamire ven sentémonos. Dime anoche estabas con él.

—Marcos lo que pasa es tan complicado. Pero si, anoche me quede en un hotel con él. Si Sergio se entera me asesinara —bajo la mirada —creo que lo dejare, porque estoy viviendo con miedo y eso no es bueno, si a Roger le da la locura de ir a la casa, contar todo, primero hablare yo con Sergio. Lo siento tanto.

—Esto no tiene nombre Zamire, pero cada uno tenemos nuestros secretos, por más embarazosos que sean hay que afrontarlos, aunque no creas yo también vivo con miedo, escondo un secreto muy enorme, mírame a los ojos amiga —Zamire alzo la mirada —tú eliges que hacer, eres libre de tus decisiones, no te señalaré por lo que has hecho. Debes de hacer lo correcto.

—Marcos ¿Qué secreto escondes tú? —Sonrió.

—Algo que he estado cargando por muchos años, pero ahora está más vivo que nunca. No es tan importante, pero un día te enteraras. Por mí o por ese que vive con nosotros…

—Marcos no te entiendo.

—Por eso es por lo que la vida es tan complicada. Olvidemos eso. ¿Qué piensas hacer con Sergio?

—Cómo te dije. Le diré que ya no quiero estar más con él, que estoy enamorada de alguien más y no quiero lastimarlo —acaricio su largo cabello.

—Tú ya sabes que hacer. Ven levántate que ya entro a clases. Cada uno se dirigió a su salón…

***

Sonia se extrañó al recibir una llamada de su hijo. —Hijo ¿Qué pasa? Estoy dando clases.

—Mamá voy para allá, necesito contarte algo de papá.

—Bueno mi amor, te espero aquí en el segundo piso. En el aula de siempre.

Roger llego a las diez de la mañana a la universidad donde trabajaba su madre, camino hasta su aula y se asomó a la puerta.

—Disculpen chicos, necesito hablar con mi mamá.

—Entra Roger —expreso Sonia —Chicos sigan con su examen.

—Mamá, ya estoy cansado esto del problema con papá. Lo saludo y es como si no existiera. ¿Sabes algo? ¿Por qué me trata de esa forma?

—Roger hasta cuándo tú con esto. Aquí no es lugar apropiado para discutir.

—Cuando Madre. ¿Cuándo?

—Disculpen si interrumpo su conversación. Pero profesora Sonia necesito ir al baño. No puedo contener más el orine.

—Sergio sabes que estamos en examen. No puedes salir.

—Ya terminé, tenga. Iré rápido y regreso por mis cosas.

—Bueno, ve Sergio.

Sergio… en ese instante Roger recordó ver a Zamire con ese chico. Como olvidar ese torso que sus ojos observaron junto a la chica que ama. Ese es Sergio.

—Roger, Roger que piensas.

—Nada mamá, otro día hablamos mejor me iré.

—Está bien hijo.

El chico se marchó del salón y se dirigió al baño de hombres. Al entrar cruzo miradas con Sergio. Lo observo de pies a cabeza.

—Te pasa algo amigo o te gusto—sonrió.

—Para nada Sergio. No soy de ese tipo de personas.

— ¿Cómo sabes mi nombre? ¡Ah eres Roger el hijo de la profesora!— Recordó mientras lavaba sus manos.

—Si Sergio. Solo quería saludarte.

—Ok. Yo me marcharé, debo irme, chao Roger —Camino hasta la salida del baño —que chico tan extraño, que solo quería saludarme —sonrió —debe estar loco.

Al quedar solo Roger hablo con el mismo.

—Zamire tiene buenos gustos cuando de hombres se trata. Tengo el juego muy difícil, pero yo sé que ya me ama. Que no puede estar sin mí, ella me pertenece —lavo sus manos —pobre Sergio…

Love At HomeWhere stories live. Discover now