Love At Home

CAPÍTULO 13

Enfrentamiento

El sábado muy temprano Sergio se marchó. Por la tarde Lucas y Marcos fueron al cine. Cayo el domingo Zamire regreso de casas de sus papás. Ese día fue tranquilo. Llego el lunes una semana agitada en la universidad. Ya casi en finales de trimestre.

—Lucas a lo que salgamos de clase, voy hablar contigo —lo miro directo a los ojos con tanta seriedad.

—¿Qué quieres hablar conmigo?

—Cuando termine la clase hablamos.

Horas después, la clase finalizo. Sergio se quedó plasmado en su pupitre, al igual Lucas. Los demás estudiantes salieron, quedando el salón habitado por esos dos jóvenes.

¿Por qué no confiaste en mí? Sé quién eres. Ya no debes ocultarte ante mí —se levantó y comenzó a caminar en todo el salón.

—De que estás hablando Sergio.

—Tú sabes de qué estoy hablando Lucas. No digas que no sabes porque te vi con él, con Marcos, pensé que eras mi amigo, que me dirías la verdad que estas con ese saco de músculos.

Lucas al escuchar eso de la boca de Sergio, él como lo había expulsado de la forma más brusca, se hipnotizo, sus ojos lo miraban sorprendido, su corazón se sintió herido y su voz se quebró.

—Amigo, que te pasa porque dices tantas tonterías.

—Amigo eso creía yo. Pero si Lucas te vi. Lo fuiste a buscar a la universidad y fueron almorzar. Observe como Marcos se montaba en tu carro, cuando los
dos se besaron. Vienes a decirme que es una tontería. No me importa si eres gay, me duele que no confiaras en mí.

—Sergio cálmate no es para que te alteres —dijo intentando calmar a su amigo.

—¿No alterarme? Debiste decirme, no eres un buen amigo, llevamos dos años  en esta inmunda carrera, te consideraba mi mejor amigo.

—Pero no debes de ponerte de esta manera. Si salgo con Marcos, llevo siete meses conociéndolo, apenas llevamos cuatro meses compartiendo como novios.

—Entonces ese día… el auto en la casa de Zamire.

—Si era yo. Quería contarte desde un principio, pero el miedo al rechazo era muy fuerte, cuando trataba de decirte recordaba ese día que lo conocí...  Como lo señalaste, como una aberración de la vida. Por esas razones no tuve el valor para decírtelo —se levantó del pupitre.

—No me importa lo que dije, debiste decirme —el chico estaba enojado.

—Sergio, te diré algo, actúas de forma celosa. Dime
¿Estas celoso por que salgo con Marcos?

—¡Qué celoso voy a estar yo! ¡No soy ningún gay como tú! ¡No quiero saber más de ti! No me hables más… Somos desconocidos.

—Está bien, no tengo ningún problema con eso, solo recuerda que estaré aquí si me necesitas, así no me consideres más tu amigo.

—Cállate Lucas, me largo, no quiero estar cerca de personas como tú.

Sergio salió del salón con su rostro enfadado. Lucas quedo paralizado ante la situación.

Él no podía contarle a Marcos, si decía algo podía destruir lo que tanto le había costado conseguir. ¿Qué iba hacer debía decirle? ¿Y si no lo perdonaba? ¿Por qué Sergio se había alterado? Será que, ¿estaba celoso? pero no podía estarlo, ya que Sergio tiene novia. Pero y si… había tenido algo con Marcos — Salió del salón y camino hasta su carro. No podía dejar que sus pensamientos lo dominaran.