CAPÍTULO 8

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Mi padre

—¿Cuándo me invitaras para tu casa? Quiero conocerla, al igual que tu amiga Zamire, nos conocemos simplemente por fotos—Decía Lucas mientras se colocaba el bóxer.

—Hoy te bajas del carro y entras conmigo—le respondió Marcos mientas retiraba las sabanas de su cuerpo. Luego de salir del cuarto del hotel, subieron al carro y condujeron a la casa.

Cuando llegaron a la casa eran las ocho y veinte de la noche. Al perecer no había nadie, las bombillas estaban apagadas, la oscuridad violentaba la casa. Marcos se bajó del carro, busco la llave, entraron y encendió las luces. Le dijo a Lucas que inspeccionara la casa. A los minutos Lucas salió y estaciono el carro como debía, bajo y entro a la morada de su amor.

Mientras paseaban por la cocina, alguien entra a la casa, era Zamire.

—Zamire te presento a Lucas.

—Hola Lucas, soy Zamire, la mejor amiga y confidente de Marcos—sonrió

—Bien, el habla mucho de ti, un gusto.

—Cuidado con dañar a mi amigo, ha sufrido mucho, para que vengas tú a joder su vida.

—Zamire por favor deja tus locuras.

Ella sonrió—solo juego con él. Me caes bien chico y ¿Qué estudias? ¿Qué haces en tu vida?

—Estudio Mecánica…

—Enserio mi novio también, se llama Sergio de seguro lo conoces, el acaba de traerme le hubiera dicho que pasara.

—No, no lo conozco, debe ser que él está más adelantado que yo—se paralizó al escuchar a la chica, su voz se cortó y se tornó temblorosa.

—Seguro, hasta debe estar en otra universidad, que tonta soy—se sentó en el sofá—y ya te vas o te quedaras a cenar con nosotros.

—No puedo quedarme… me tengo que marchar, mi madre debe estar preocupada. Me despido, espero tengas linda noche Zamire—se aproximó a ella y le dio un beso en la mejilla—Marcos acompáñame.

Los dos salieron de la casa, caminaron hasta el carro. Lucas se acercó a Marcos dándole un beso. Luego se montó, Marcos marcho hasta la puerta de la casa.

—¡Oye Marcos!

— ¡Que Lucas!

—Te amo.

—Ya tonto lárgate.

***

—Mamá, mamá, ya llegué ¿Dónde estás? Ya estará dormida, todo está en silencio.

Cuando Relio estaba vivo, la casa era tan feliz, a esas horas la música invadía las habitaciones, su madre y padre preparaban de comer como dos recién enamorados, su madre amaba mucho a su padre. Lucas lo extrañaba más que nunca. Subió a la habitación de su madre.

—Ahí está ella tan tranquila, dormida, está en paz. Iré a dormir yo también— se dirigió a su habitación. Se ducho y con la misma se acostó.

— ¿Por qué ella me nombró a Sergio? ¿Será que él le hablo de mí? No creo, como voy a salir a reducir yo en sus conversaciones, pero un día tendré que decirle a Sergio que soy gay y que me gusto Marcos desde ese día que me lo señalo, discriminándolo como raro. Llegará el tiempo correcto para decírselo porque no siempre podemos estar ocultos ¿Qué pensará Marcos si se entera que lo conocí gracias a Sergio? Estoy metido en un gran problema, puede ser que él, no me perdone por no haberle hablado claro—suspiro—que vida tan complicada…

***

Yo sé que ese era el automóvil de Lucas ¿Qué hacía estacionado tan cerca de la casa de Zamire? Aunque no es el único carro en esta ciudad, pero es intrigante o casualidad que este uno igual al de él ¿Sera qué? No, no creo, seguro fue casualidad. Le escribiré para salir de esta duda. —Sergio saco su móvil.

Hola Lucas hoy vi tu carro, cerca de la casa de mi novia.

Lucas no respondió.

—Mañana le preguntare, no importa si no me responde. Pero de esa duda salgo.

***

—Hijo debes de venirte para la casa, estar residenciado es malgastar dinero, yo o tu padre podemos llevarte a la universidad, si no esta tan alejada.

—Mamá tú sabes que no me llevo bien con mi padre, el podrá venir seguido a la universidad, pero me odia, no sé por qué. Además, estoy bien viviendo aparte para eso estoy trabajando.

—Lo sé hijo, pero podrías utilizar ese dinero para otra cosa.

—No mamá déjame tranquilo aquí, hablamos mañana, yo te llamo. Corto la llamada.

—Mi madre si es necia, sabe que no quiero verle la cara a Jesús. Soy su hijo, pero pareciera que no fuera, cada vez que lo veo en la universidad le pido la bendición y me responde tan cruel; como que no me conoce, pero no entiendo porque es así conmigo. Un día lo afrontare y le preguntare porque me trata de esa manera. Ya es tan tarde mejor dormiré, ya he tenido mucho por este día. Mañana temprano la llamo.

Descansando su cuerpo, con esa piel bajo el calor de la habitación, en las sabanas estaba Roger Sabatini hijo único de la profesora Sonia Farías y Jesús Sabatini el profesor de matemáticas de la universidad a la que asiste. Tenía dieciocho años, era estudiante de gerencia industrial. Era muy extrovertido, amaba su cuerpo, un poco sucio con sus pensamientos, solo necesitaba la mente para llegar al placer.

Esa noche hacía mucho calor, ansiaba el día que Zamire saliera de sus pensamientos no podía seguir. Sabía que teniendo sexo con ella sería la única forma de sacarla de sus pensamientos.

***

Al día siguiente. Muy temprano Sergio se levantó, desayuno con Marina y Carlos. Fue hasta la parada para esperar el transporte público e irse a la universidad.

Cuando llego a la universidad, vio a Lucas y camino un poco más rápido para alcanzarlo.

—Lucas anoche te escribí y no me respondiste.

—Sergio ayer, me quedé dormido temprano, vi tu mensaje hace poco. Ayer yo no salí en toda la tarde.

—Si lo supuse, tú no tendrías nada que hacer por esas calles. Entraron juntos al salón de clases.

Por otro lado, Roger llamo a Sonia, hablo con ella y luego camino hasta la universidad.

Marcos y Zamire fueron a clases.

El profesor Jesús no asistió porque se le presento un problema personal.

Teresa se dirigió al trabajo y luego visitaría a Lauro.

Carlota, llevo a Sofía a la niñera y se fue a laborar.

Antonio continuaba con su labor en la frontera Colombo-venezolana.

Carolina y Aurelio inspeccionaban la producción de guayaba.

Love At HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora