CAPÍTULO 14

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Cuando lo vi

Conduciendo sin rumbo iba Lucas recordando ese día que conoció a Marcos.

Recordaba haber salido de clase con la profesora Sonia, Sergio le dijo que lo llevara a su casa. Y así hizo, conduciendo desde la universidad hasta llegar a Ambrosio, una parroquia de la ciudad, ambos hablaban de la belleza que poseía la profesora, su elegancia y piel morena.

Llegaron a esa calle llamada la F, cuando Sergio le dijo que mirara a aquel chico musculoso, “él es maricon”, fue lo primero que dijo a modo de broma. Lucas no pudo contenerse, su instinto no lo dejo, sus ojos se fueron directamente al cuerpo del moreno, brillaron como dos perlas, su corazón sintió las ganas de amar, estaba bien lo que veía ante él, casi cruzo con el semáforo en rojo por estar viendo a Marcos.

Desde ese día gracias a que llevo a Sergio, pudo ver a Marcos, no dejo de pensar en él. Trato de preguntar más sobre él, pero temía a que Sergio se enterara que era gay. Ahora la rabia lo consumía debía decirle lo que paso  al ver a Marcos.

Tres días después muy temprano paso por esa calle, ahí estaba Marcos esperando el bus que lo llevaría a la universidad. Se encontraba solo, Lucas decidió hacerse el inocente, estaciono su auto frente a él y le pregunto a donde se dirigía . No le contesto, odioso que era, eso fue lo que más le gusto, ese   día no quiso subir al carro, lo dejo tranquilo.

Al siguiente día Lucas regreso, no se daría por vencido. Le mintió diciéndole que el bus no vendría por que se accidento. Él muy inocente cayó y subió al carro. Conversaron, le pregunto porque insistía en que subiera a su carro.

Lucas lo que le dijo fue que quería conocerlo y él sonrió, conversaron de todo. Cuando Llegaron a la universidad el vio llegar el bus repleto de estudiantes, le dijo a Lucas que era un idiota, pero que esperaba verlo otra  vez.

Mañanas como esa se repitieron constantemente.
Hasta ahora eran pareja. Cuando lo vio se enamoró, sintió lo que nunca nadie lo había hecho sentir. Amó a Marcos, eso nadie lo iba a poder cambiar, ni Sergio, ni una lluvia de maldad, lo que ellos tenían seria para la eternidad, le pediría que se comprometieran, debían casarse.

Una bocina sonó —Hombre el semáforo ya está en verde continúa —gritaba un conductor desde su auto.

Lucas sonrió y siguió.

***

—Hola Zamire, y eso que esta tan sola y no estás acompañada por tu amigo Marcos— Roger se acercó a Zamire que estaba sentada en la biblioteca, mientras ojeaba un libro.

—Roger ¿Qué haces aquí?

—No pienses que te estoy siguiendo, me gusto el sexo que tuvimos en ese salón, pero no soy un acosador. Aunque si deseas tener sexo en estas instalaciones me llenarías un fetiche.

Ella sonrió amablemente —No Roger déjame sola. Debo estudiar.

—Zamire está siendo muy odiosa conmigo. Dime ¿Qué te sucede? Acaso no te gusto lo que nos paso.

—Roger, por favor no hablemos de eso, entiende que lo que paso entre nosotros fue una debilidad carnosa, cosa de una vez. Estoy cansada de tanto pensar en ese día, quiero borrarte de mi mente y llegar de esa manera hasta aquí no me está ayudando.

—Eso quiere decir que si te gusto Zamire y que me deseas en silencio, como yo lo hice por tanto tiempo.

—Cállate Roger, tu solo fuiste una aventura—cerro el libro con ira.

—Una aventura que te llevo al cielo, dime la verdad aspiras repetir ese momento contra el pizarrón.

La chica se levantó de su asiento, sin decir más nada, se alejó del joven. Salió de la biblioteca dirigiéndose a la parada del transporte público.

Ya no sabía qué hacer con él, deseaba el cuerpo de Roger, deseaba tenerlo dentro de ella nuevamente, sabía que estaba siendo muy desconsiderada con Sergio, debía decirle que estuvo con otro hombre. Aunque él tenía la culpa, por tardase tanto en darle sexo. ¿Qué iba a hacer con este sentimiento? Le pidió a su cerebro que la ayudara a pensar las cosas, la culpa la estaba matando. Cuando veía a Roger quería que la atara su cama, sumergirme en su cuerpo, besarlo, pero, también sabía que eso no ayudaba. Debía sacarlo de su vida, eso sería tan complicado, lo noto los días de clases, no la saludaba, pero su presencia la sentía, complicaba su vida. Al final de tanto pensar, continuo caminando hasta la parada del autobús.

***

—Sergio ¿Qué te pasa hijo? Estas muy enfurecido. Dime —Expreso su madre.

—Nada mamá son cosas mías. Papá ¿Dónde está?

—Está en el trabajo, llegara más tarde. ¿Almuerzas conmigo?

—Si mamá, ¿qué preparaste?

—Una pasta con atún, ven siéntate, conversemos ¿porque te he estado viendo muy sufrido?

—Está bien.

Sentados en la misma mesa, madre e hijo, compartieron almuerzo. Ella trataba de sacarle información personal a su hijo, pero el evadía sus preguntas. La comida se tornó fría.

–Hijo ¿Cómo voy a saber de ti si nunca conversas conmigo? ¿Por qué eres tan cerrado conmigo?

—Mamá no empieces con lo mismo de siempre, todo está bien, no te preocupes por mí, respira aire fresco, sal de esta casa, estas aquí metida, dile a Carlos que te lleve a Mérida y no te mortifiques por mí.

—Sergio ¿Por qué eres a si conmigo? Pareciera que no me quisieras.

—Mamá discúlpame sí. Pero tú eres muy necia… no le pares a mis tratos sabes que te amo —se adosó a ella, la abrazo y le dio un beso en la frente — Te dejo, iré al cuarto a dormir un poco, estas semanas la universidad me tienen agotado.

—Descansa hijo —Se levantó a lavar los platos.

Siempre sentía eso con él, no cambiaba, ella sabía que estaba mal, le recordaba cuando se separó de Marcos en el liceo. Nunca supo porque paso eso, pero su hijo sufría en silencio, no confiaba en ella. Daba gracias que conoció a Atenas, ahora sentía que la situación estaba igual. ¿Sera por esa novia que tiene? Se preguntaba ella preocupada, hasta el momento no la conocía.

—Sergio ¿Qué te estará pasando?—dijo para sí misma mientras continuaba lavando las bandejas.

Su ser estaba dolido por todo lo que había pasado en los últimos días. Sergio se preguntaba por qué su madre lo quería saber todo, después de tener un día tan nocivo solo deseo caer en un sueño donde pudiera olvidar la realidad que desgraciaba su vida.

Love At HomeWhere stories live. Discover now