Nuevos comienzos (Traducción)

CAPÍTULO CINCO "Espadachín no original de la niebla..."

Historia escrita por Big-bird-8674, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Naruto visto, mencionado o usado en esta historia, pertenecen a Masashi Kishimoto, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

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Emi frunció el ceño, levantando la cabeza hacia el ruido repentino que acababa de escuchar con su mente en alerta máxima. Moviéndose antes de que ella fuera consciente de ello, horas de jugar 'Kunai-en-el-bastardo' y 'Apuñalar-la-pequeña-mierda-hasta-matar' (como su desquiciado sensei había llamado cariñosamente a los dos ejercicios de entrenamiento ) habiendo enseñado ella al menos alguna forma de memoria muscular y reflejos. De cualquier manera, en un momento sus manos estaban en su bolsa de armas y al siguiente Emi había arrojado varios kunai a un arbusto cercano; todo antes de que ella fuera completamente consciente de que había realizado el movimiento.

"Por Dios, Emi, ¿estás muy nerviosa?" Yukio bromeó cuando nada se movió a lo largo del sendero del bosque.

"Bandana Boy", llamó Hidan en un tono más bajo de lo habitual, atrayendo la atención de cada uno de los genins hacia él como si les hubiera gritado MIRA AQUÍ.

"¿Sí, sensei?" Yukio preguntó.

"Cállate."

"Oh, está bien, sensei". Yukio murmuró mientras enviaba miradas de reojo a Emi y Nanashi.

La propia Emi estaba bastante confundida por el repentino cambio de comportamiento de Hidan. Ni siquiera una hora antes, el hombre había estado sonriendo como un tonto mientras les contaba historias sobre el ramen, tratando de hacerlos emocionantes cuando en realidad; eran solo historias aburridas sobre el ramen. Por qué siempre pensó que el ramen era un tema de conversación interesante estaba más allá de Emi...

Lo que también estaba un poco más allá de Emi fue el inesperado ciento ochenta por ciento de Hidan, en cuanto a personalidad. Desde su arrebato, el grupo había dejado de moverse y Sashimi había estado cambiando su peso de un pie a otro sin parar desde entonces. La expresión de Hidan se había vuelto dura, sus ojos morados se entrecerraron ligeramente mientras su mirada se deslizaba por los alrededores, a pesar de que no había nada allí.

Lentamente en la distancia, una espesa niebla se deslizó por el suelo del bosque hacia ellos, rodando hacia la posición del Equipo Hidan como una abeja a la miel. Tan pronto como se notó la niebla, Emi apretó su guardia una vez más, asegurándose de inclinar su cuerpo de manera protectora frente a una Sashimi repentinamente muy nerviosa. Nanashi y Yukio ya habían cubierto los otros puntos débiles de Sashimi hasta que los tres la rodearon como un pequeño muro protector.

"No se preocupen ustedes tres", dijo Hidan desde su posición un poco más adelante en un tono inusualmente serio que solo sirvió para asustar más a Emi. Este tipo de cambio en la actitud de Hidan era raro (léase: inexistente), lo que probablemente significaba que Hidan estaba preocupado y la idea de que Hidan se preocupara por algo era un concepto extraño y poco natural, uno que Emi no estaba segura de que alguien que lo conociera pudiera entender o aceptar psicológicamente. "Pase lo que pase", continuó Hidan, "yo siempre los-"

Un crujido atronador como papel de aluminio arrugado y el olor de algo quemándose fue la única advertencia que tuvo Emi antes de que un objeto delgado fuera lanzado por el lado bueno de su cara hacia Hidan. Fue demasiado rápido para que Emi le advirtiera, acercándose cada vez más hasta que, con un repugnante sonido de chapoteo, Hidan fue atravesado por la espalda; el delgado objeto iluminado solía haberse detenido a la mitad de su pecho.