Eres mía - LR - (+18)

Capítulo 66: Navidad [+18]

Veinticinco de diciembre.

— Hola, krasivaya — saluda Alexei cuando abro la puerta del apartamento. — Feliz Navidad. — Rápidamente se acerca a mí y besa mis labios. Mis ojos no tardan ni un segundo en centrar mi atención en el trabajado cuerpo de Alexei cubierto por un traje negro acompañado de una camisa blanca y unos zapatos ingleses oscuros.

La madre que lo parió... ¿Cómo se puede ver tan jodidamente bien con un traje? Esto no es sano para mi corazón...

— Feliz Navidad, lyubov — respondo sonriente. — Pasa. — Me aparto y dejo que Alexei se adentre en el apartamento. Me fijo en que lleva una caja negra con un lazo también negro. — ¿Qué es eso? — pregunto llena de curiosidad mientras cierro la puerta.

— Tú regalo. — Mis ojos se abren llenos de alegría y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Me acerco a él rápidamente para abrazarlo y luego dar pequeños saltos mientras doy alguna palmada. — Oh, espera. Voy a por el tuyo. — Anuncio a la vez que camino hacia mi habitación y abro el armario donde se encuentra su regalo.

Espero que le guste... estuve toda una semana buscándolo.

Vuelvo de mi habitación y nos sentamos en el sofá para a continuación entregarle a Alexei una caja azul marina con una cinta blanca que forma una lazo en la tapa. Lo abre y saca de la caja un reloj con la correa negra y detalles dorados en el centro del reloj.

— ¿Te gusta?... — Agacho la mirada un poco avergonzada. — No es tan bueno como los que tienes pero...

— Me encanta, malenkaya — me interrumpe y esboza una sonrisa cálida y sincera. Deja un pequeño beso en mis labios y se quita el lujoso reloj que lleva para reemplazarlo por el que le he regalado yo. — Gracias. — Me besa de nuevo, esta vez en mi frente y acaricia mi mejilla izquierda con su pulgar. — Ten — dice entregándome la caja negra que ha traído.

Abro la caja, deshaciendo el delicado nudo de la superficie, y quito el fino y blanco papel que cubre el regalo. En ella se encuentra un vestido rojo, largo, con un corpiño ajustado y con una abertura en la zona de las piernas y tirantes.

Me quedo sin palabras al ver aquel delicado, elegante y más que hermoso vestido. Miro a Alexei perpleja y luego vuelvo a mirar el vestido, procesando qué decir.

— ¿Te gusta? — pregunta con una ceja arqueada y confuso por mi reacción.

— Me... me... me encanta, Alexei. Es precioso... — respondo aguantando las ganas de gritar de la emoción. — No sé cómo... Yo... — Alexei se ríe y acaricia mi muslo cubierto por el pantalón de pijama negros dibujos de rayos amarillos.

— Es cautivador verte reaccionar así... — Comenta con su grave y ronca voz cubierta por su acento ruso. — Me alegro de que te guste... Porque es el que vas a llevar esta noche para la gala.

La gala... Es verdad. Joder no había caído en que es hoy.

— Pensaba ponerme otro pero viendo este... no puedo negarme. — Admito con una sonrisa infantil. — ¿Este también lo ha diseñado tu Stella?.

— Sí. Sabe diseñar una obra de arte con poco esfuerzo. Además, está encantada con que lleves su vestido... En cuanto vea lo bien que se ajusta el vestido a tu cuerpo seguro que te quiere contratar para que modeles sus vestidos.

— Oh. — Mis mejillas se enrojecen al imaginar las palabras de Alexei. — Dudo mucho que yo sirva de modelo para una marca de alto renombre...

— Glupaya... — Susurra Alexei mientras niega con la cabeza. — Créeme, si te vieras como yo te veo a ti... no pensaría eso, malenkaya.