Eres mía - LR - (+18)

Capítulo 14: Cómo quieras.

[Narra Atenea]

Son las dos de la tarde. Tengo media hora para comer y dirigirme a la universidad.

Salgo de la oficina con paso apresurado hacia mi coche blanco con la idea de llegar a tiempo a clase, ya que antes debo recoger a Ava para ir juntas.

🥀🥀🥀

— ¡Hola! — exclama Ava entrando al coche con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Hola! — respondo alegre.

— ¿Por qué tienes la cara roja? — me pregunta arqueando una ceja.

Acabo de besar a un magnate ruso, ¿y tú?.

— Es una larga historia... — digo evitando el contacto visual.

— ¿Tiene que ver con Alexei?

— Tal vez.

— Entonces tengo tiempo de escuchar esa larga historia.

— Si no fuera sobre Alexei, ¿no me escucharías? — pretendo estar ofendida.

— Tal vez — me guiña un ojo. — Bueno, cuéntame.

— Nos hemos besado... En su despacho, hace... — Miro la hora en el reloj de pulsera negro y dorado que llevo en la muñeca izquierda. — Quince minutos.

— ¿¡Qué!? — Los ojos de Ava se abren como platos. — Eres mi puta ídola. — Comienza a aplaudir. — Ya estoy viendo mi nueva casa a pie de playa...

— Que pasada con la maldita casa en la playa — bufo a la vez que pongo los ojos en blanco.

— ¿Qué? Es mi sueño... — Se cruza de brazos y hace un puchero.

— No, Ava, tu sueño es conocer a un hombre con la típica personalidad fría pero que contigo es dulce, que te saque casi dos cabezas y te dé como cajón que no cierra.

— Ese también... — Ríe. — ¿Acaso el tuyo no es parecido? Hace unos meses te morías por tener a un hombre con el doble de tamaño que tú, celoso a más no poder de los que te dejan con las piernas temblando unas cuantas horas.

— En mi defensa diré que aquellos datos salieron de mi boca estando borracha.

— Y la frase que dice... ¿Los borrachos sólo dicen la verdad?

— Cállate.

— Ahora que lo pienso... Alexei parece ser ese tipo de hombre.

— Ava... Cállate un mes, anda.

— Ya te gustaría. 

— No es para tanto... — Miento con la intención de disimular mi excitación cuando la imagen de Alexei besándome viene a mi mente.

— Si que lo es.

— No... Solo ha sido un beso. — Y una mierda... Para mí había sido más que un beso. Había sido... Íntimo, repleto de emociones.

— Y... ¿Cómo ha sido?

— Debo admitir que ha sido alucinante. Perfecto...

— Me huele a boda.

— Sigue soñando.

— ¿Por?

— Es muy posesivo... Es decir, utiliza mucho el término "eres mía". En cierto modo, eso me hace pensar que para él no soy más que un trozo de carne de usar y tirar.

— En mi opinión, puede que tengas razón pero también puede que no... Por lo que me has contado, Alexei te ha dejado más que claro sus intenciones, ¿no?.

— Sí, pero... ¿Cuánto de verdad hay en sus palabras?.

🥀🥀🥀

Alguien toca la puerta de mi despacho.

— Adelante — digo a la vez que dejo de teclear en mi portátil.

— Hola, Atenea. — León se adentra en mi despacho y cierra la puerta. — ¿Cómo estás?

¿Todo bien? — me pregunta con una sonrisa.

— Hola, León. — Sonrío. — Sí, todo bien. ¿Necesitas algo?

— Quería preguntarte una cosa. — Camina hacia mí.

— Claro, dime.

— ¿Tienes algo que hacer esta noche?

— No tengo nada... Hoy no tengo clases en la universidad.

— ¡Perfecto! — dice con una sonrisa brillante.

— ¿Por qué?

— Esta noche vamos a salir varios compañeros del trabajo. Y quería preguntarte si te gustaría venir.

— Claro. — Sonrío. — Me encantaría.

— Perfecto. Nos vemos esta noche.

Un pequeño sentimiento de euforia aparece en mí.

Socializar es una actividad que me resulta complicada, por esa razón no tengo más amigos que Ava. Siempre me he sentido un "bicho raro", juzgada, rechazada... Soy introvertida en ese aspecto y conocer a alguien me da demasiada vergüenza.

Que alguien me ofrezca salir para mí, es una novedad. Algo que me hace sentir bien. Aunque, ahora que lo pienso... ¿De qué se supone que voy a hablar? No he podido hablar mucho con mis compañeros desde que empecé a trabajar, aunque parecen ser agradables.

A los pocos minutos de que León se marcha, mi teléfono vibra debido a la entrada de un mensaje:

ALEXEI: ¿Estás libre esta noche?

YO: No. Voy a salir con unos compañeros del trabajo.

ALEXEI: Me pasaré a recogerte.

YO: No es necesario.

ALEXEI: Aún así quiero hacerlo.

YO: Como quieras. No sé hasta qué hora estaré.

ALEXEI: Me pasaré cuando termine de trabajar.