Capítulo 37: Caliente [+18] Pt 2

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[Narra Alexei]

Mi miembro está dentro de su boca, siendo atendido de la manera más deliciosa que existe. Cuando mi erección entra por completo en ella, un sentimiento repleto placer y deseo recorre mi columna hasta llegar a mi cabeza.

Yebat...

Acerco mi mano tatuada con la serpiente hacia el largo y brillante cabello de Atenea, para así enrollar su larga y alta coleta en mi mano y poder tirar de ella, haciendo que mi miembro salga de su boca y nuestros ojos se encuentren. Con la mano libre, acaricio su mejilla con el pulgar y sonrío con superioridad.

— ¿Te excita que sea así de dominante? — Pregunto a la vez que tiro más de su coleta para que su cabeza se levante. Me acerco a sus labios con brusquedad sin soltar el agarre de su cabello. — Dime, muñeca... — Gruño.

— Sí... — responde ella completamente excitada.

— Sí, ¿qué? Quiero que lo digas.

— Me... Me gusta que seas dominante, Alexei — dice perdida en el deseo.

Después de oír las obscenas palabras de Atenea, con mi mano enredada en su cabello y la otra ahora en la parte posterior de su cabeza, introduzco mi miembro de nuevo en su boca, esta vez con más energía. Comienzo a mover mis caderas para que mi erección entre y salga de su boca con mayor ritmo e intensidad, produciendo sonidos lascivos que son más que excitantes.

La miro, encontrándome con sus preciosos ojos hazel puestos ahora en los míos, con una mirada falsamente inocente. Aquel contacto visual es suficiente para que decida aumentar el ritmo de mis movimientos, provocando que alguna que otra lágrima se escape de sus ojos y se deslice por su delicado rostro.

Gospodi...

Con la mano que tengo enredada en su cabello tiro de ella y saco mi miembro de su boca.

— De pie — ordeno con mis ojos aún en ella. Atenea se incorpora, quitando los brazos de su espalda y con la respiración ligeramente agitada.

Sin poder resistir mucho más tiempo sin besar sus labios, coloco mis manos a los laterales de su rostro para acercar su rostro y poder besarla como es debido. El beso es apasionado desde el principio, así que no me demoro en deslizar mis manos hasta la parte trasera de sus muslos y elevarla, haciendo que sus piernas se entrelacen en mi espalda. Doy unos pocos pasos con Atenea entre mis brazos hasta llegar a la cama, cuando noto la tela del borde dejo caer su cuerpo en aquel mullido mueble. Posiciono mis manos sobre el talle de su lencería inferior y se la quito en un ágil movimiento. Abro sus piernas y me coloco encima de ella para besar de nuevo sus labios y luego ir descendiendo por su ardiente cuerpo, dejando una estela de besos húmedos hasta llegar a su monte de Venus, donde me detengo para mirar sus preciosos ojos de nuevo, apreciando su expresión repleta deseo.

Comienzo a dejar pequeños besos en el interior de sus muslos, hasta llegar a su feminidad, la cual palpitaba por mi atención.

Deslizo mi lengua por su sexo, y un pequeño gemido se escapa de sus labios al mismo tiempo que arquea la espalda.

Vkusny...

Vuelvo a deslizar mi lengua por ella, dando pasadas intermitentes por la zona, deseando su desesperación para que suplique, cosa que sucede en poco tiempo.

— Alexei... — jadea ella con la respiración agitada una vez corrompida por la lujuria.

— Dime... — respondo deteniendo de vez en cuanto los toques de mi lengua. — ¿Quieres que me detenga? — La pregunta sale de mis labios acompañada de una sonrisa provocativa.

Eres mía - LR - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora