Capítulo 11: Tarde

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Alexandre

Expulsé el humo del cigarro mientras la observaba con atención.

Amara estaba entrenando, lanzando cuchillos y recorriendo el circuito de entrenamiento que tenía para mis hombres, llevaba casi dos horas.

Era ágil, rápida y certera a la hora de atacar, se notaba que había recibido un buen entrenamiento desde niña.

Miro al perro que está inquieto mientras la mira y niego con la cabeza.

- Empiezo a creer que no te he educado bien, Thor- le digo y me mira.

Amara deja de recorrer el circuito y se para respirando agitada, sus pechos subían y bajaban por sus respiraciones aceleradas, me fue inevitable no admirar su cuerpo, tan solo llevaba un top deportivo blanco en el que se notaban sus pezones y unos leggins que se amoldaban a su gran culo, era una belleza pero una muy molesta.

Thor comienza a ladrarle para llamar su atención y es cuando nota mi presencia, estaba algo sudada y por un instante me imaginé como sería hacerla sudar yo.

No vayas por ahí, Alex...- me reprendo.

- Ven cariño- habló ella hacia el perro.

Él me miró y con un gesto de cabeza obtuvo la aprobación que necesitaba, me acerqué tirando el cigarro y pisandolo, ella estaba sentada en el suelo mientras Thor estaba echado con las patas arriba para que ella le acariciara la barriga.

- Me robarás a mi perro si sigues así.

Se ríe.

- Es muy guapo este muchachote, no tendría problema en llevarmelo- habló sonriente.

- ¿Te gustan los animales?- pregunté intentando sacar charla, ni siquiera sabia el porqué pero supongo que quería saber más de ella hora que actuaríamos juntos.

- Mucho, de hecho de pequeña quería ser veterinaria.

La miré con curiosidad, ella acariciaba las orejas de Thor con suavidad y no sabia ni porque pero una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al imaginarme una pequeña Amara con bata de doctora.

- ¿Y qué pasó?- pregunté con curiosidad.

Se encogió de hombros y carraspeó.

- Crecí y aprendí que las cosas no son color de rosa, además me agradaba esto, me gusta no sentirme indefensa y vivir en la adrenalina constante- se quedó un momento en silencio y negó con la cabeza- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿Acaso no puedo tener una charla contigo?

Me miró con burla y rió falsamente.

- Vamos Alex, sabemos que no has venido aquí para eso, a ti no te interesa ser mi amigo ni a mi me interesa ser tu amiga, así que al grano.

Puse los ojos en blanco hastiado por su actitud cortante.

- Bien, solo venía para decirte que en la noche será nuestra primera visita para obtener información, el traje especial te lo llevaron a la habitación.

Asintió y se puso de pie.

- ¿Para cuando debemos estar listos?

Fruncí el ceño.

- ¿Debemos?

Me mira con una ceja alzada.

- No iré sola con ustedes, Nate vino a cuidarme y si mi madre se entera de que no hizo su trabajo como debería lo mataría en un segundo y sin dudarlo.

Por alguna razón me molesta aquel tipo, tiene unos aires arrogantes que no me gustan en lo más mínimo, debería deshacerme de él lo antes posible y siendo discreto porque si Amara supiera lo que planeo hacer, se pondría como loca y no ayudaría en mi objetivo.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora