Alexandre
Expulsé el humo del cigarro mientras la observaba con atención.
Amara estaba entrenando, lanzando cuchillos y recorriendo el circuito de entrenamiento que tenía para mis hombres, llevaba casi dos horas.
Era ágil, rápida y certera a la hora de atacar, se notaba que había recibido un buen entrenamiento desde niña.
Miro al perro que está inquieto mientras la mira y niego con la cabeza.
- Empiezo a creer que no te he educado bien, Thor- le digo y me mira.
Amara deja de recorrer el circuito y se para respirando agitada, sus pechos subían y bajaban por sus respiraciones aceleradas, me fue inevitable no admirar su cuerpo, tan solo llevaba un top deportivo blanco en el que se notaban sus pezones y unos leggins que se amoldaban a su gran culo, era una belleza pero una muy molesta.
Thor comienza a ladrarle para llamar su atención y es cuando nota mi presencia, estaba algo sudada y por un instante me imaginé como sería hacerla sudar yo.
No vayas por ahí, Alex...- me reprendo.
- Ven cariño- habló ella hacia el perro.
Él me miró y con un gesto de cabeza obtuvo la aprobación que necesitaba, me acerqué tirando el cigarro y pisandolo, ella estaba sentada en el suelo mientras Thor estaba echado con las patas arriba para que ella le acariciara la barriga.
- Me robarás a mi perro si sigues así.
Se ríe.
- Es muy guapo este muchachote, no tendría problema en llevarmelo- habló sonriente.
- ¿Te gustan los animales?- pregunté intentando sacar charla, ni siquiera sabia el porqué pero supongo que quería saber más de ella hora que actuaríamos juntos.
- Mucho, de hecho de pequeña quería ser veterinaria.
La miré con curiosidad, ella acariciaba las orejas de Thor con suavidad y no sabia ni porque pero una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al imaginarme una pequeña Amara con bata de doctora.
- ¿Y qué pasó?- pregunté con curiosidad.
Se encogió de hombros y carraspeó.
- Crecí y aprendí que las cosas no son color de rosa, además me agradaba esto, me gusta no sentirme indefensa y vivir en la adrenalina constante- se quedó un momento en silencio y negó con la cabeza- ¿Qué es lo que quieres?
- ¿Acaso no puedo tener una charla contigo?
Me miró con burla y rió falsamente.
- Vamos Alex, sabemos que no has venido aquí para eso, a ti no te interesa ser mi amigo ni a mi me interesa ser tu amiga, así que al grano.
Puse los ojos en blanco hastiado por su actitud cortante.
- Bien, solo venía para decirte que en la noche será nuestra primera visita para obtener información, el traje especial te lo llevaron a la habitación.
Asintió y se puso de pie.
- ¿Para cuando debemos estar listos?
Fruncí el ceño.
- ¿Debemos?
Me mira con una ceja alzada.
- No iré sola con ustedes, Nate vino a cuidarme y si mi madre se entera de que no hizo su trabajo como debería lo mataría en un segundo y sin dudarlo.
Por alguna razón me molesta aquel tipo, tiene unos aires arrogantes que no me gustan en lo más mínimo, debería deshacerme de él lo antes posible y siendo discreto porque si Amara supiera lo que planeo hacer, se pondría como loca y no ayudaría en mi objetivo.
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Amor prohibido
Teen FictionAmara Salvatore era lo prohibido. Amara era aquello que atrae, un peligro latente que causaba curiosidad y que ansiaba descubrir. Alexandre Dubois era lo prohibido. Alexandre era aquello a lo que no podía acercarme, era en quien no podía pensar ni i...