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LXXXIX

[Jaemin]

Habré estado casi veinte minutos riéndome de mi mamá, hasta el punto de lagrimear. Y mientras más hablaba o quería justificarse más risa me daba.

Juro que amo a esta mujer, es tontisima.

Se que Juno quiere reírse pero no lo hace por respeto pero desde aquí puedo ver cómo mira hacia el otro lado para evitar reírse en la cara de mamá.

- Mamá es que de verdad-

- Era una pregunta inocente y ustedes mocosos malditos no dejan de reírse, era una curiosidad sana!-.

- Pero es que quién diablos pregunta eso mami, cómo va a ver rojo!, Tu acaso ves las cosas de color café?-.

- No, pero quizás llevaba otro tipo de ciencia-.

- Solo admite que fue una pregunta ridícula-.

- Pero si dije que lo era!, Se lo dije-. Señaló a Juno que para este punto ya no podía ocultar su risa.

Me quedé embobado al verlo reír, las arruguitas de sus ojos, su sonrisa de cachorro, ah~, yo estoy seguro que me hizo brujería, sino no entiendo.

Incluso en estos gestos la diferencia entre Jeno y Juno era palpable, Nono se vea más aniñado, más pequeño. Jeno en cambio se veía más no lo sé con un porte firme incluso sonriendo.

Como si Jeno fuese esa capa o muro que protege a Juno, su lado más tímido, aunque quizás por mucho tiempo pensaron que era al revés.

- Mira si no eres precioso riéndote-. Chilló mamá y lo apachurro en un abrazo como suele hacer conmigo o con Ryu.

Siento que mamá tiene una conexión especial con ellos, con Nono es de una forma, con Jen de otra pero en ambas manera les brinda mucho amor y eso me hace muy feliz.

Las mejillas de Nono se tiñeron de un ligero rosado y luego de unos abrazos más por parte mía y de mamá lo liberamos.

Nos dirigimos a mi cuarto y el cayó directo a la cama.

- Mamá te ama-.

- Tu crees?-.

- Sip, los ama en general, creo que conectó de una manera especial con ustedes, verdad?-. Asintió y me recosté a su lado.

Hablamos por un rato, de hecho se nos pasó el tiempo hablando y nos distrajo mi alarma.

*00:00*, mire sorprendió el reloj, apague el teléfono y me subí encima de Juno. Él me miró confundido y yo sonreí.

Deje varios besos en sus mejillas, su rostro y por último un beso prolongado, cuando me separé junte nuestras frentes.

- Feliz cumpleaños mi amor-. Susurré entre sus labios, acariciando con mi nariz junto a la suya. Me separé un poco para verlo, sus ojos estaban destellando, dos grandes gemas rojas observandome, brillantes, casi cristalinos. Sus mejillas de un tierno color rosado.

Me volteo y se colocó encima mía, ocultó su rostro en mi cuello y me envolvió en un abrazo asfixiante.

Note como de a poco, su cuerpo se estremecía.

Se estaba riendo.

Lo hice salir de aquel lugar, sostuve su rostro con mis manos y nos miramos el aún riendo y yo confundido.

- Qué?-. Le pregunté,tratando de no contagiarme por su risa.

- Fue lindo cielo, pero hoy es el cumpleaños de Jeno, no el mio-. Sonrió burlesco.