𝟯𝟵

429 73 46
                                    

"¿Deseas borrar todos los sentimientos almacenados? Clickear aquí."

Hubo un tiempo en el que me dije a mí mismo. ¿Porqué las cosas malas sólo me ocurrían a mí?

Mi cuerpo, en este momento, se siente ligero. Como una pluma, mis ojos cerrados se van abriendo lentamente, cerca de mis oídos se oye una canción.

Aquella canción que fue mi niñez.

La suave voz que tararea me aturde la mente. Unas manos tan suaves y gentiles van acariciando mis cabellos oscuros. Esta calidez se siente tan familiar por alguna razón. Me trae recuerdos que nunca borré.

Y es entonces que mi nariz se recupera, olfateando ese aroma a lirios. Muchos lirios blancos aparecen en mi visión, mi cabeza está recostada en algo blando, las piernas de una persona que mi corazón reconoce.

Me siento de vuelta como un niño.

El niño de cinco años que era.

— ¿El tiempo pasa volando, no crees, Jay? La última vez que nos vimos, eras tan pequeño y ahora. — la risa que abarcó cada rincón de mi pecho, volvía a ser escuchada por mí después de tantos años — Ahora eres un hombre, bueno y gentil. Tal y como yo siempre supe que serías, mi bebé.

— M-Mamá.

— Me da tanto gusto volver a tenerte en mis brazos, mi pequeño Jay. Te extrañé. A ti y a tu padre, siempre los extraño.

Me muevo de mi lugar para verla. Necesitaba verla con mis ojos para creer que no estaba soñando, que mi madre realmente estaba allí a mi lado, con su sonrisa tan dulce y sincera. Los hoyuelos que yo heredé de ella me lo hicieron saber, dejándome un beso en mi frente como solía hacer cuando lloraba. Ah, estaba llorando.

Mi madre esta aquí. Conmigo.

— Te extrañé — susurré. Abrazándola tan fuerte que temía despertar, sollozando como el niño que me sentía volver entre sus cálidos brazos protectores — Mamá, te extrañé mucho.

— Yo también lo hice mi amor, también te extrañé por mucho, mucho tiempo. Mamá siempre te cuidó hasta ahora. Nunca dejé de cuidarte hasta ahora, mi niñito. Estamos juntos ahora.

Este momento entre mi madre y yo, recompensa todo el dolor que su partida dejó sobre mis hombros. El dulce olor de su perfume, era el mismo que recordaba, todo de ella es igual a mis viejas memorias.

Mi madre, no fue una persona llena de lujos ni riquezas materiales. Ella tenía lujos que venían del alma y corazón. Un coraje que siempre era recordado, por mi padre y por mí. Una mujer que en vida y en esta transmitía bondad en sus ojos azules. Azules como los míos.

De verdad, la eché tanto de menos.

Estaba tan sumido en mi encuentro maternal que muy tarde distinguía entre nuestro alrededor muchos árboles frondosos, flores por doquier, e incluso el río tranquilo y relajante que corría por entre las piedras. El sonido de la naturaleza me puso a sonreír con tranquilidad mientras mi madre tocaba mi cabeza con sus manos y enredaba sus dedos entre mis cabellos oscuros. Disfrutando de nuestra compañía familiar.

Quisiera que mi padre estuviera aquí y poder estar completos los tres.

— Él te ama Jay — me dijo con voz tranquila.

— Papá Minsung te ama mucho, siempre lo hizo cuando supo de tu existencia. No fue el mejor cuando yo me fui pero todo lo que hizo fue únicamente pensando en ti, en nadie más que en ti.

— Pero papá se casó con esa mujer ¡Mamá esa mujer está loca! — rápidamente me levanté de sus piernas para verla con mi respiración exaltada de sólo recordar — Ella fue la que te hizo daño, ella misma me lo dijo a la cara cuando fue al hospital y...— parpadee muchas veces entrando en razón.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Where stories live. Discover now