𝟮𝟮

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Jungwon veía a lo lejos como todos danzaban en un baile lento con sincronía, la orquesta se situaba en la parte de arriba cerca a los escalones algo bajos del amplio salón.

Él sólo se dedicaba a comer y tomar todo lo de la mesa haciendo caso omiso a su alrededor, pero cuando su estómago le dijo que ya, fue ya.

Suspiró pesadamente, se sentía como el típico chico solitario que no tiene vida social mucho menos vida amorosa aunque en cierto modo era verdad, observando distante con la palma apoyada en su mejilla y ojos aburridos a los que sí disfrutaban de aquella gala.

Incluso invitaron a bailar a su amigo Riki, un chico de nombre Harry, dejándolo solo aunque fue él mismo quien le insistió en aceptar e ir a divertirse.

«¿Cuántas veces he dicho odio aquí? »

Un pequeño bostezo escapó de su boquita algo somnoliento recostó su cabeza en la mesa, admirando todo el escenario frente suyo en silencio.

Todo era bonito, las luces del techo que caían cual cascadas le daban un toque mágico y de película, los candelabros, los colores oscuros y pálidos eran buenos en contrastes con la iluminación del lugar, sin contar que el cien por ciento de los invitados eran muy atractivos.

Luego estaba él siendo él.

Jungwon ama mucho el estilo extravagante y aunque no lo diga o haga muy seguido, adora ir de compras pero no de ropa, mas bien, de telas y encaje para diseñar su propia ropa.

Una sonrisa se dibujo en sus labios al hacer memoria en viejos recuerdos cuando diseño su propio estilo por primera vez. Un pantalón nuevo que le había comprado su madre no hace el día anterior y siendo decapitado por él y la ayuda de unas tijeras para dejarlo como unos lindos shorts de mezclilla.

El infarto que casi le dió a su madre al verlo todavía le causa gracia.

Sus dedos delgados delinearon el largo de aquella copa vacía, no era de beber vino pero admitía que aquel que estaba servido era el más dulce que alguna vez probó.

—¿Estás solo? 

Una voz cerca de él le hizo alzar la vista.

—¿Eh?—desconcertado parpadeó escuchando una risita provenir del contrario — ¿Me hablas a mí?

El muchacho de cabellos platinados peinados hacia atrás, traje negro y corbata azul se sentó a su lado no sin antes haberle pedido permiso con una seña a lo que él cedió.

— Eres el único que está aquí — rió y Jungwon se avergonzó un poco por la obviedad ¿Porqué no vas a bailar?

—Ah eso, verás — miró la copa recordando un pequeño trauma —, no soy bueno bailando.

—¿En serio? Jungwon asintió. Esa cara, esos ojos y la forma de los labios, tenían cierto parecido a...

«No...no puede ser...»

¿O sí?

— Por cierto, mi nombre es Park SungHoon — le extendió la mano

— Yang Jungwon — correspondió el gesto.

— Oh, Jungwon — el nombrado sonrió, SungHoon lo miro breves segundos — Con que así te llamas chico misterioso del que tanto hablan allí, eh —el peliazul ladeó su cabeza en una expresión confundida —Vamos, no me digas que no haz escuchado los rumores.

—De hecho no, no lo he escuchado.

— Ya veo.

SungHoon apoyó su mano contra su mejilla admirando el rostro de Jungwon quien no se daba cuenta por andar de distraído arreglándose el broche del cabello.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Where stories live. Discover now