𝟬𝟱

794 140 2
                                    

Esto ya se volvió una costumbre del diario.

Fue lo que Jungwon pensó mientras recordaba toda la información que obtuvo a lo largo de esa semana. Al parecer el pelinegro mantenía una vida muy ocupada.

"Su nuevo compañera en el modelaje es la cantante solista Hwang Yeji. Él y ella parecen mantener una relación muy cercana"

"Le gusta leer novelas de romance, poesía entre otras cosas, le apasiona todo lo relacionado con las artes"

"Le fascina la fotografía y el dibujo. También adora el estilo rústico"

"Siempre va a un museo de bellas artes en el centro de la ciudad"

"A menudo lleva un collar. Nunca sale sin el creo es su accesorio preferido"

"Eso es todo lo que he reunido hasta ahora. Espero te sirva, nos vemos. Atte: Cupido"

Apagó el aparato al enviarse el mensaje. Miró a lo lejos para no perder de vista la cabellera negra cubierta por una gorra azul que no desde hace mucho empezó a seguir.

Era fin de semana y al parecer Jay no iba a ninguno de los lugares antes mencionados. Como siempre, el chico vestía su chaqueta negra de cuero, pantalones rasgados del mismo color, la gorra y por supuesto una máscara cubre bocas para que no lo reconocieran por las calles.

En cuanto a él, bueno, no lo ha visto durante el tiempo que lo ha estado siguiendo así que eso no importaba. Es mas, creía poder trabajar como espía en cubierto del FBI.

— ¿Porqué no? Soy bueno en esto — murmuró bajito dibujando una sonrisa.

Al voltearse se percató de que el pelinegro se levantaba de su lugar, tecleando algo en su móvil con el ceño fruncido podía deducir y comenzar a caminar. Lo imitó yendo tras él a una distancia precavida.

— ¿Ahora dónde vas? Se supone que deberías ir a esa biblioteca enorme y leer ese libro tuyo — habló en susurros mirando la amplia espalda a lo lejos.

Enseguida detuvo sus pies cuando el alto frente a él lo hizo, con pánico se escondió detrás del enorme árbol que por suerte se situaba en el lugar en menos de un microsegundo asomándose cual gatito y observando como se arrodillaba y amarraba sus agujetas.

— Oh~ al parecer no eres un tacaño alias niño mimado que le da pavor hacerlo.

El pelinegro volvió a incorporarse y retomar su camino con manos en los bolsillos. Con disimulo salió de su escondite, sin embargo no contaba con que el dichoso iba a frenarse de golpe logrando que por poco choquen.

Eso estuvo cerca.

Se dió la vuelta con la mas posible normalidad, con el gorro de su abrigo se cubrió el rostro fingiendo mirar otro lado, podía sentir una intensa mirada quemarle la espalda y no necesitaba voltear para saber de quién podría tratarse pues ya se estaba haciendo una idea. Una muy terrible que comenzó a ponerlo nervioso de pies a cabeza, la adrenalina hizo a su corazón latir rápido.

Mierda mierda mierda mierda ¡MIERDA!

Cerró los ojos con fuerza mordiéndose los labios, tragó pesado. Al cabo de unos segundos fue dándose la vuelta de a poco, con terror, casi como esas películas de horror donde el protagonista no quería ceder pero simplemente la jodida curiosidad podía. Su palpitar iba al mil.

Hasta caer en cuenta que el contrario se había detenido únicamente frente a un carrito de helados.

¿Qué? ¿Va a comprar helado? ¡Que idiota! ¡Casi me da un paro cardíaco!

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Where stories live. Discover now