𝟬𝟵.𝟮

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Odiaba toda la atención que estaba recibiendo en ese momento. Apretó su bolso continuando con su caminar, pero se vió interrumpido por un agarre en su muñeca, volteó y dió con Jay.

- Sígueme.

No articuló palabra alguna y fue arrastrado hasta un sitio algo lejano, en todo caso su padre le enseño algunos trucos para defenderse de acosadores o violadores, por eso sus instintos se activaron.

«Puede ser un dios griego pero no le tendré piedad a su rostro si intenta algo»

Sus ojos recorrieron detalladamente el lugar, volvió a modo de defensa cuando sintió la mano de Jay tomar la suya dejando un leve golpe en la de él.

- Hey tranquilo gatito, no te pongas arisco - soltó burlón cuando miró las manos pequeñas en posición para golpear.

- ¿Dónde me trajiste? - tomó distancia con el pelinegro por seguridad causando en Jay  una risa.

No lo negaba, era la risa más atractiva que jamás escuchó. No se comparaba a ninguna otra que haya escuchado antes o en su estancia en ésta universidad.

«Es relajada»

Ni siquiera sabe porqué sonrió y dejó un golpe en el brazo contrario. Tal vez no aceptaba que si seguía escuchando aquello probablemente también le encuentre agradable.

- Es mi sitio favorito de todo el plantel -dejó su burbuja sólo para darse cuenta de que Jay yacía sentado, dejando reposar su espalda en la pared y su brazo en su rodilla articulada, posando como todo un modelo. - ¿Te quedarás ahí todo el descanso?

Sus miradas se volvieron una, otra vez, como ya reiteradas veces.

Lo que no conseguía captar era ¿Porqué?

¿Porqué sus ojos no podían despegar su vista de los de Jay?

«Ni que fueran tan bonitos»

Era mentira, obviamente, ojos azules de ese tono fuerte que parecían lentes de contacto. Eran de ensueño.

- ¿De verdad Jungwon?

- ¡Cállate!

El peliazul había puesto ambas mochilas en medio de ambos para dejar un "espacio" que parecía exagerado. Jay sólo rió ante el muro improvisado situado entre ellos y siguiendo con su vista al frente, mientras Jungwon abrazaba sus piernas mirándolo de reojo.

En eso recordó el mensaje de su cliente.

"Investiga un secreto, profundo"

Apretó sus labios, ¿qué debería preguntar? Ni siquiera son amigos sería extraño preguntarle algo personal de la nada, pero, su cliente ya había esperado mucho tiempo. Incluso sabía que el plazo de una respuesta debía constar de uno o dos días aproximadamente, él ha tardado una semana en responder

«Diosito perdón. Es mi trabajo»

- Oye... tú ¿tienes algún pasatiempo favorito? - se golpeó mentalmente ¿qué acaso era un niño de preescolar?

Ugh, diablos.

- ¿Qué clase de gatito acosador eres si no sabes algo como eso? - el tono naturalmente burlesco hizo acto de presencia, no lo dudo y lanzó un golpe en el brazo ajeno con su puño - Ouch ¿y eso porqué?

- Te he dicho un millón de veces que yo no soy ningún maldito acosador - se cruzó de brazos indignado - ¡Y no me llames gatito, estúpido rascacielos!

Jay observó el berrinche tratando inútilmente de no reírse pero no lo consiguió.

- ¡No te rías! - sus mejillas ahora estaban ardiendo tal vez del enojo o vergüenza.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora