Capítulo 19

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"Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar."

-Bambi

Que rabia las personas que solo saben meterse con otras.

Como si ellos no tuvieran defectos ni inseguridades, que cobardes son todos y cada uno de ellos, que débiles. Necesitan escudarse en la ira para tener un poco de paz en su interior.

Hay personas que se nutren de la infelicidad ajena y no solo con insultos sobre su forma de ser. Hay más maneras de hundir a una persona, pero una de las que más duelen es cuando te infravaloran, te dicen que no vas a lograrlo, que cómo crees que vas a ser capaz de hacer algo así.

Te hunden de la peor forma posible.

 Si esos comentarios vinieran de personas desconocidas o con poco valor personal para ti estaría bien ni siquiera debería afectarte pero cuando vienen de las personas a las que quieres es cuando realmente te cuela hondo.

Al fin y al cabo, siempre necesitaremos más un inténtalo a un ríndete. No hace falta que nadie me "aconseje" que lo deje, puede que me lo repita yo unas mil veces al día, la diferencia es que es más un pensamiento fugaz a una opción. 

Muchos de nosotros estamos cargados de palabras bonitas que no hemos llegado a expresar, palabras que alegran el día y aunque no lo creamos cambian. Pero preferimos callarnos y solamente comentar o hablar de lo malo y es un grave problema, nos da vergüenza decir las cosas buenas pero en cambio, hay demasiada valentía para decir las malas, que hipócritas somos todos.

Tenemos tan interiorizados este tipo de palabras y gestos que en realidad no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo o del mal que podemos llegar a crear. Nos quejamos de lo que nos dicen pero luego hacemos exactamente lo mismo. 

No creo que se pueda llamar a una persona mala solamente por un par de comentarios desafortunados, pero sí se le puede llamar ignorante al que le tacha de falso ya que seguramente al hablar sobre su comportamiento habrá dicho una serie de cosas que estarán como mínimo al mismo nivel.

No podemos evitar comentar todo lo que vemos, ya sea bueno como malo. Igual es un problema y  no lo estamos viendo, pero deberíamos mirar más a menudo nuestro ombligo y olvidarnos del de al lado. ¿Crees que ha dicho un mal comentario? Rectifícale, pero no te comportes como si nunca lo hubieras hecho. ¿No te gusta su ropa? Aceptable, para gustos colores. Pero ¿Tienes que decírselo? Bueno, no creo que sea una necesidad básica. ¿Te hace sentir inferior? Habla con él, coméntale tus sentimientos pero no le taches de inhumano o mala persona. ¿Crees que no puede conseguir algo? Tanto te afecta que tienes que decírselo. 

Hay veces que es la envidia lo que nos corroe, pero la envidia como todo se puede mesurar. Tienes cabeza para pensar y reflexionar las cosas, úsala.

No tenemos que hablar de todo, perdemos el tiempo con demasiada facilidad y si de algo estoy segura es que lo único que no se puede recuperar es el tiempo perdido. 

-Cerré el ordenador.-

-Bueno querida, ¿Qué tal os va el trabajo?-Le pregunta Indignada a mi tía Ivory.

No es una sorpresa que no se lleven bien, son totalmente opuestas, para empezar, a mi tía le preocupan sus hijos.

-Estupendamente, gracias por preguntar.-Responde mi queridísima tía con una sonrisa forzada mientras se aparta su largo pelo rubio de la cara.

Sí, todos en mi familia son rubios. Todos menos mis hermanos y Ivory que hemos adquirido los genes españoles de mis otros abuelos y tenemos el cabello tan negro como las plumas de un cuervo.

Sueños quebrados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora