Capítulo 2

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"Si sigues creyendo, tú sueño se hará realidad"

-Cenicienta.

Todos tenemos sueños, y todos son difíciles de conseguir en mayor o menor medida, por eso los llamamos así. Muchos esperan a que se cumplan, en cambio otros buscan cumplirlos. Y luego hay otros a los que se los arrancan de las manos.

No es fácil renunciar a un sueño, pero seguirlo... Ese es el verdadero desafío.

Algunos hemos crecido con esperanza, con sueños por propia naturaleza. Siempre nos han dicho que debemos intentar cumplirlos, vencer a esas personas que nos dicen que no podemos y por defecto, a ese miedo. 

Yo defiendo a esas personas que se aferran a sus sueños con uñas y dientes, que luchan por no perderlos, que intentan conseguirlos... 

Siempre habrá alguien que intente quitarte la ilusión, pero no es ninguna sorpresa. La ilusión es una esperanza, un resquicio de felicidad. ¿Podríamos ser felices sin tener ilusión por nada? La ilusión lo mueve todo, cuando pierdes la ilusión pierdes la esperanza, pierdes tu esencia. 

Siento deciros que aquí y ahora sin tu esencia no eres nada. Todos tenemos problemas, pero tú decides de que manera afrontarlos. Rendirse es la opción fácil, aunque eso no quiere decir que sea la correcta.  Hay un dicho que dice; "Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe." Y cuanta razón tiene... 

 Pero debemos tener cuidado porque a veces esos problemas se convierten sin darnos cuenta en errores. Existen muchos tipos de errores, pero en mi opinión los peores errores son los que recuerdas toda la vida. Y esos errores te pueden provocar muchos sentimientos; rabia, tristeza, impotencia, vergüenza... Pero tus errores también son parte de tu esencia, no es vergonzoso tener errores, y mucho menos darlos a conocer. Solo los valientes son capaces de hacerlo.

Bajo mi punto de vista uno de los peores sentimientos sin duda es la vergüenza, pero cada uno por supuesto tendrá su punto de vista. Cuando digo esto no me refiero a una anécdota que recuerdes, y al hacerlo quieras meterte de bajo de las piedras, no. Me refiero a la vergüenza hacia nosotros mismos, a lo que somos. A mostrar nuestra esencia. Porque al fin y al cabo, nuestros sueños suelen definir el tipo de persona que queremos ser. Y aunque no lo creáis es mucho más importante que la que somos en este mismo momento.

Una persona sin sueños, sin metas, es una persona vacía.  Aunque no tener sueños no es malo, al contrario lo interesante del asunto es descubrirlos. Cuando digo que es una persona vacía me refiero a la persona que una vez tuvo un sueño y lo perdió o se lo perdieron. Hay muchos casos, puedes cambiar de objetivos, de ideas... pero que te arranquen un sueño de las manos, eso es un sentimiento que no le deseo a nadie.

Es un sentimiento que lo define muy bien esta palabra, VACÍO. Todo lo que os he dicho se puede resumir y es que el mensaje es muy claro: VIVE, IMAGINA, SIENTE, DESCUBRE, FALLA, PIERDE, APRENDE pero siempre SUEÑA.

-Cerré el ordenador.-

Llevo tiempo queriendo deshacerme de los horribles trabajos a los que me he estado sometiendo, necesito el dinero si en algún momento definitivamente me decido por hacer la universidad en Australia, porque lo que está claro es que no se lo voy a pedir a mis padres. Por fin, he conseguido un nuevo trabajo, de profesora particular. No es el trabajo de mis sueños ya que nunca he sido la típica niña que de mayor deseaba ser profesora, pero bueno, al menos puedo tener un trabajo decente, con un horario decente, con un salario decente y por supuesto, teniendo experiencia por todo el tiempo que me toca realizarlo gratis con mis hermanas.

Sueños quebrados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora