Capítulo 13

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"No cambiaría tu amistad por nada, nunca, nunca. Tu amistad es el mejor regalo."

-Winnie the Pooh

La amistad entre dos personas es algo maravilloso, el momento en el que sabes que puedes contarle cualquier cosa a una persona y tienes la certeza de que no te juzgara. Simplemente te dará su opinión más sincera. Ese tipo de amistad es precioso pero en cambio hay otro tipo... Del otro tipo es del que me gustaría hablar, la amistad sana la dejaremos para otro momento.

Existe una amistad que es como un móvil  mojado por el agua, intacto por fuera pero oxidado por dentro. Existen las amistades tóxicas, solo que son más difíciles de ver y aceptar que si fueran una relación romántica. Muchas veces he hecho referencia a ellas pero es un tema del que vale la pena profundizar.

Esas relaciones tienen bastantes alarmas que pueden saltar en cualquier momento, esta amistad no es ni mucho menos una amistad falsa todo lo contrario, es la amistad más verdadera dependiendo del punto en el que la mires. Donde nos dejamos llevar de formas inexplicables, cuando nos pasamos el día discutiendo pero luego cuando nos quedamos solos aunque también discutamos conseguimos enfrascarnos en una conversación interesante con miles de puntos de vista diferentes, miles de opiniones y de información. Nunca falta tema de conversación sabes que a su lado no te puedes aburrir y que aunque nunca os lo hayáis dicho y enfrente de los demás podáis parecer casi enemigos os queréis. Porque sois como hermanos lo que pasa es que a veces esa certeza no te deja ver la verdad de lo ocurrido. En esas discursiones os tratáis mal, os decís cosas horribles y después nunca os disculpáis. Ya sea por el orgullo o por creer que el otro a dicho cosas peores, y puede que sea así.

Al final comenzáis una rutina de mentiras, malos gestos y acciones. Sois malos el uno para el otro, todo lo que un día os ayudo ahora os está destruyendo y puede que no llores por ello, que llegue un momento que ni te importe lo que pase con vosotros dos porque eso también pasará. Aunque en el fondo siempre os vais a tener cariño. Él a sido uno de los pilares fundamentales de tu vida y aunque en su momento tú hubieras estado allí para él en todo quizás él nunca estuvo igual para ti. 

En ese momento debes coger toda la fuerza de voluntad que puedas y parar. Simplemente parar, decir un ya basta y dejar que las cosas sigan su curso porque al fin y al cabo solo es una persona más que ha pasado por tu vida y que se ha ido. Si esa persona no hubiera querido realmente marcharse, no lo hubiera hecho hubiera intentado hasta con su último respiro quedarse y estar ahí para ti igual que en su momento tú estuviste ahí para él.

No vivimos en un cuento en el que el final siempre sea fantástico o apoteósico. Hay veces que no hay final simplemente ocurre, la vida os lleva por caminos diferentes y eso está bien porque esa persona apareció en tu vida para enseñarte una lección y una vez la has aprendido se ha ido. Si piensas de forma positiva a estado el tiempo suficiente para aprender que hay veces que con un error es suficiente a veces estamos dando círculos por el mismo tramo del camino y tropezando con la misma piedra una y otra vez, y es bonito. Es bonito el momento en el que te das cuenta de que el camino que llevas siguiendo tanto tiempo es el mismo y coges la piedra la tiras entre los arbustos y sigues el camino de las flores en vez de volver a hacerte paso entre las plantas trepadoras. 

-Cerré el ordenador.-Cogí la chaqueta y la mochila a la vez que llamaba a Lyra y Samy. Salimos por la puerta las tres mientras Lyra saltaba de la alegría por finalmente ir al parque de bolas y Samy fingía que no le hacía la misma ilusión, aunque sinceramente actriz no iba a ser.

La semana pasada había terminado la primera tanda de exámenes. Ha estas alturas nos encontrábamos a finales de octubre y aunque falta bastante para navidad en mi casa ya notamos la presencia. Nunca nos han gustado las navidades, es una época en la que solamente recordamos el vacío que existe entre nuestros padres y nosotros, la mayoría de las navidades trabajan, menos los días como noche buena, noche vieja, año nuevo... Que solemos reunirnos con los abuelos y el resto de familiares en una comida en la que nos dedicamos a juntarnos con nuestros primos mientras nuestros padres fardan de la gran relación que tienen con nosotros, hay veces que se han inventado tantas cosas que solamente nos sale reírnos mientras los escuchamos desde la otra punta de la mesa.

Sueños quebrados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora