Ballisaray Cap 22. Pedazos robados

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     «El sol, es amarillo, la manera en que lo vemos cambia con las horas, se torna naranja cuando empieza a salir y al ocultarse, a veces tiñe el cielo de creativas y hermosas mezclas. Te duele cuando lo ves directamente, te quema la piel cuando te besa con fuerza, pero cuando solo te acaricia, es la misma sensación de calidez que siento con tus besos.»

     El bailarín no se detenía, incluso al besarlo siempre estaba lleno de preguntas.

     —¿Cómo es ir a una universidad? ¿Qué se siente nadar en el mar? ¿Cómo es ir a un cine? Describe una vez más el sabor del kimchi para mí... lo he olvidado...

     Las horas pasaban deprisa, aun cuando Malik tenía tantas preguntas y Kyungsoo tantas respuestas y explicaciones. Aun cuando llegado el momento se arrepentían ambos por no haberse dado un beso más, sólo un beso más o una caricia de sus manos... una pequeña. El tiempo no era suficiente.

سَراي

     Geyik sintió a Malik meterse entre sus sábanas y abrazarlo por la espalda.

    —Mi oasis, mi gacela, el tiempo ya no está suspendido para mí... ¡Tengo mucho miedo!

     —Siempre has querido que el reloj gire deprisa, ¿cuál es el problema ahora?

     —Ahora se me va el tiempo de las manos. En este lugar donde las horas son eternas, la vida pasa abrumadoramente a prisa cuando estoy con Ballisaray —explicó con un suspiro—. ¿No es injusto, Geyik? Que el tiempo pase aprisa cuando realmente debería detenerse y que se detenga cuando debe volar...

     Geyik no respondió así que Malik continuó lamentándose.

     —No me ha hecho ni una sola promesa, tal cual se lo pedí... pero estoy sintiendo mucho miedo del día en que se vaya, ¿cómo puedo vivir después de eso? ¿Seré capaz de superar el vacío que va a dejar en mí? ¿Geyik, por qué mi destino está escrito en reglones doblados?...

     Como respuesta sólo escuchó a su amigo sorber un poco sus lágrimas.

     —Mi gacela, ¿estás bien?

     Geyik se volteó de frente para abrazarlo y llorar en silencio. Se mantuvieron así durante unos minutos, el moreno estaba asustado ya que su oasis nunca lloraba, no por nimiedades.

     —Ese hombre, Sehun... me ha dejado una nota... ha dicho que fue a China, donde se encontró con mi familia —el corazón de Malik se detuvo por unos instantes. Jamás había escuchado a Geyik hablar de su familia o su pasado. Estaba muy pequeño cuando cayó en la red de trata, por lo que sus recuerdos eran ínfimos—, dijo que realizó una prueba de sangre a esas personas y cuando volvió a Turquía las comparó con unas que me hizo en el pasado, él confirmó que son positivas. Comentó que la mujer le habló sobre el día que me raptaron y que durante mucho tiempo estuvieron buscándome. Él escribió que tuve una familia que me amaba —explicó inundado en lágrimas—. Me amaban, Malik, y ellos me la robaron; incluso robaron mi identidad, no tuve un nombre hasta que llegué a Capadocia. Yo tenía un pasado, una madre, un padre, un hermano. ¡Lo olvidé todo, pero...! Alguna vez alguien me amó y se preocupó por mí.

     Geyik estaba levantando mucho su voz por lo que Malik tuvo que cubrirle la boca con sus manos y ahogar sus sollozos. Nunca antes lo había visto de esa manera, parecía tan... herido. Más aun que las ocasiones en la que había sido golpeado. Por primera vez, la persona en la que él siempre se apoyó, lucía como si estuviera a punto de desvanecerse entre sus manos, ahogado en la más profunda amargura. Incluso su corazón estaba roto en mil pedazos.

     Todas las noches sin una cena casera, todas las noches que el pequeño Geyik no pudo ser arropado por su padre antes de dormir, las fiebres que su mamá no curó con un beso en la frente, las galletas y travesuras que no pudo compartir con su hermano, la escuela que nunca pudo conocer. ¡Geyik! Su pequeño e inteligente Geyik.  

     «¿En qué te han convertido aun cuando tu futuro estaba hecho para el éxito?»

     Su oasis no debería ser un oasis, debería ser un mar entero.

     «¿Dónde está todo lo que han robado de ti? ¿Cuántos hombres deberían regresar a devolver tus pedazos? Todo lo que hurtaron, arrancándolo ferozmente dejando heridas sangrientas. ¡Deberían cortarles la cabeza! Como a esas víboras llenas de veneno, deberían introducirlas en una botella, cerrarla, lanzarla al mar junto a una maldición. Quiero cortar sus cabezas para ti.»

     Deseaba ser el Califa que todo mundo veía en él, el dios turco que Kyungsoo llamaba cuando lo miraba. Si fuera de ese modo, los haría pagar por cada una de las lágrimas de Geyik... Si tan sólo tuviera un poco de fuerza.

سَراي

     —Latifah está embarazada —anunció Geyik. El persa que estaba con él palideció a pesar de su reluciente piel negra. Malik pensó que iba a desmayarse y sería muy incómodo puesto que los tres estaban haciendo compras en el mercado—. Ella tiene que abortar antes de que el chismoso de Rabih se entere de eso. Kris podría ordenar que la lancen a los brazos de Patel, y una vez que eso ocurra la va a golpear tan fuerte... ¿Puedes ver a Patel rompiéndole el cuello con las manos? Porque yo sí, luciría igual que un pajarillo muerto.

     El enorme persa sujetó a Geyik por el cuello. Malik le sostuvo el brazo intentando detenerlo, aunque sabía que era imposible, sus fuerzas eran apenas una brisa comparadas con el tifón de la fortaleza de ese guarda persa.

     —¡Estás mintiendo! —gruñó.

     —Sabes que las odaliscas confían en Geyik para todo —intercedió Malik, ya que su amigo no podía hablar—, y sólo él la puede salvar de esto.

     El hombre lo meditó durante unos segundos antes de soltarlo. Geyik cayó de rodillas tosiendo y jadeando. Las personas en el mercado se detuvieron para verlos, pero luego continuaron con su paso desinteresado.

     —Soy una sombra y como tal puedo ver todo lo que ocurre en Aşk Sarayı, incluso lo que haces con esa odalisca. Sé que estás enamorado de ella —reveló Geyik con una mano en su cuello, calmando su dolor—. Pero eso a Kris le tiene sin cuidado. Has tocado a su mercancía y has roto las reglas.

     —¡Entonces que aborte!

     —Si no lo hace adecuadamente, habrán problemas... La sangre es difícil de esconder, además, durante esos días no podrá atender a ningún cliente. ¿Cuánto podrán sobrevivir tú y Latifah sin mi ayuda?

     —¿Qué es lo que quieres de mí, Geyik? ¡Dímelo de una buena vez!

     —Quiero tres horas —respondió sin dudar.

     El  hombre suspiró irritado.

     —Si no vuelves van a matarme.

     —Yo seré tu garantía —aclaró Malik—. Me quedaré haciendo las compras contigo y antes de que acabemos, Geyik estará de vuelta. Sólo necesitamos que mires hacia un lado durante tres horas... Si Geyik no regresa, moriré contigo.

     —Volveré. Tú no morirás, ni Malik ni tampoco Latifah. El único que morirá será tu hijo.

     El hombre aceptó y antes de que pasara un segundo más, Geyik ajustó el velo sobre su cara y echó a correr a la clínica en busca de Sehun. Un bebé muerto era algo cruel, Malik  se sentía triste por Latifah, pero apoyaba la decisión ya que era mejor no existir a hacerlo en el mismo infierno. Además, no era la primera vez que él ayudaba a una de esas mujeres a perder un  niño. En cuanto a Geyik, sabía que su amigo regresaría antes de las tres horas, pero si algo ocurría, cualquier cosa que lo retrasara... él bien podría darse por muerto.  

Continuará...

Continuará

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Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora