Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]

Ballisaray Cap 22. Pedazos robados

«Ardo y al mismo tiempo se apaga mi fuego,

lloro y al mismo tiempo sonrío.

Mi alegría siempre acaba en pedazos».

Tarkan—Pare pare.

Fuente desconocida

     Sehun introdujo un papel doblado entre la mano de Geyik cuando este se inclinó para llenar su vaso con raki. Kris estaba muy complacido con ambos médicos que aportaban tanto dinero a su negocio, en especial, con Kyungsoo quien además le parecía muy apuesto. Había muchas delicias en la mesa y Malik danzaba tonadas animadas mientras seducía a su Ballisaray descaradamente. Giraba, sonreía, vibraba, le guiñaba un ojo, mordía su labio para el pequeño médico. Do Kyungsoo sabía que todo era parte de un montado espectáculo, que Malik estaba consciente de que debía distraer a todos, en especial a su jefe para que Sehun pudiera hacer su movimiento, pero, aun así, él caía en la magia de su dios, se convertía de nuevo en esa especie de serpiente hipnotizada con el hechizo formulado de piel y curvas en movimiento.

     Malik, mi rosa del desierto, algún día tu sonrisa será sincera —pensó mientras lo miró embelesado—. Algún día tu sonrisa llegará también a tus ojos y los iluminará como un faro, y yo seré la barca en el mar que se abrirá camino hasta ti.

     Minutos después el pequeño médico había dejado en manos de Rabih una fuerte suma de dinero y este lo condujo al hamam después de entregarle una futa. No se desnudó, tan sólo levantó su pantalón para introducir sus pies en el agua. Recordó la primera vez que estuvo en ese lugar. Había tenido sexo con su dios turco mientras las estrellas de luz que proyectaba el techo, se rompían con el movimiento del agua. Sonrió. Malik entró cerrando la puerta tras él, con pasos lentos y rostro serio se dispuso a encender incienso y poner algo de música. Ese era el ritual, ya el médico estaba acostumbrado, pero esta vez, sin dejar de caer el manto beige que lo cubría, el bailarín echó a correr hasta él, empujándolo contra el piso y lanzándose a besarlo.

     —¿Quieres sexo esta noche? —preguntó con acento turco, algo que posiblemente no desaparecería en mucho tiempo, aún si Malik salía de Turquía en el futuro.

     —No. Sólo quiero tu compañía —respondió Kyungsoo, acariciándole el cabello.

     El moreno se acostó a su lado, apoyando su cabeza en el pecho del médico, y suspiró.

     —Ballisaray, cuéntame una vez más sobre nuestro país...

     Cada vez que Malik le hacía hablar de cosas tan sencillas, Kyungsoo tenía que ser fuerte para no empezar a llorar. Era como hablarle del sol a un preso. Las cosas más simples de la vida deberían haber sido posibles para su rosa, pero no lo fueron.