Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]

Ballisaray Cap 4. Odalisco

 Música: Cotton Princess And Seven Midgets by Mercan Dede

Les recomiendo conocer a Illan Riviere para comprender mejor esta danza .

     En una pequeña y austera habitación, Geyik se lanzó a los brazos de Malik quien lo recibió de buena gana.

     —Mi pequeño oasis, ¿qué tal está todo está noche?

     —Lo he arruinado —se lamentó—, pero tú debes salir y hacerlo bien.

     —¿De qué estás hablando, Gacela?

     —Hay clientes nuevos, son extranjeros, pero...

     —¿Pero qué? —se impacientó.

     —¡Creo que son coreanos, Malik!

     —¿Coreanos?

     —¡Sí, mi hermosa joya! Son personas de tu país. Tres hombres muy apuestos... pero he vertido café sobre el más apuesto de ellos.

     —¡Alá bendito! —exclamó con temor.

     —A pesar de todo ha sido muy amable, no cesó de repetirme que estaba bien hasta que Rabih me envió adentro y luego, el otro de ellos no ha estado conforme con las odaliscas, así que...

     Justo en ese momento Rabih se asomó a la habitación para dejar en claro el deseo de Kris. Kyungsoo no quería tener que fingirse embobado por una mujer, pero ya se había cansado de aquello así que planeaba observar los pechos de la próxima bailarina hasta que ésta dejara de moverse; después, agradecería y se iría a su habitación tras la clínica a intentar digerir todo lo que había engullido esa noche como una boa después de cenarse un misionero. No estaba preparado para lo que lo golpearía en ese momento.

     Las luces dejaron de brillar una vez más, el olor a opio e incienso mezclado comenzó a ser embriagador. La música en ese momento no era una explosión de sonidos y tambores sino un eco que crecía uniendo poco a poco los instrumentos en una sinergia perfecta que resultaba mágica y envolvente. Empezó a elevarse lentamente al tiempo en que un delicado juego de luces se encendía, al principio sólo dejando entrever la figura de una persona frente a Kyungsoo, causándole un sobresalto. La última odalisca estaba bailando sobre la mesa en la que habían comido, pero había algo diferente esta vez:

     Un odalisco.

     El hombre sentado frente al doctor con su cabeza inclinada movía sus brazos extendidos como si fueran las alas de un pájaro que volaba muy alto y luego se abrazaba con ellas. Lenta y majestuosamente fue subiendo al igual que las luces y Kyungsoo notó que el rostro del bailarín estaba cubierto por un delicado velo rojo. Cuando al fin se puso de pie, las luces brillaron lo suficiente como para dejar que el rojo encendido de la falda del bailarín pudiera ser apreciado. Retazos de tela negra le adornaban y sus brazos eran presa de varios brazaletes. Un collar largo colgaba de su cuello y sus ojos estaban muy maquillados, dándole el efecto de una mirada feroz. Iba descalzo.